Argentina agradece a «San Romero» por la final 


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Argentina se desahogó con un grito de felicidad contenido durante 24 años cuando el último penal de la serie, ejecutado por Maxi Rodríguez, puso a su selección otra vez en una final del Mundial y encima en Brasil, su más acérrimo rival futbolístico.

Por DEBORA REY
BUENOS AIRES / AP

Las manos salvadoras del arquero Sergio Romero fueron decisivas para que el seleccionado albiceleste se impusiera 4-2 por penales ante Holanda en la semifinal tras igualar sin goles en tiempo reglamentario y alargue. Argentina jugará el domingo ante Alemania y sus hinchas esperan tomarse revancha del duelo que disputaron en la final de la Copa del Mundo de 1990.
En una de las naciones más futboleras del planeta, el triunfo se celebró con cornetas, bocinazos y hasta golpes de cacerolas desde la austral Ushuaia hasta La Quiaca, en la frontera con Bolivia, justo en una jornada que coincidió con el feriado por el día de la Independencia.
«A disfrutarlo y que la copa quede en la Patria Grande», escribió la presidenta Cristina Fernández en su cuenta oficial de twitter.
«La verdad que es impresionante y te llena de orgullo y felicidad. Es maravilloso haber llegado a la final», dijo Santiago Nador, de 16 años, quien festejó enloquecido en un bar junto con amigos de la misma edad la oportunidad de ver a su selección por primera vez jugar una final del Mundial. Argentina fue campeona del mundo en 1978 y 1986, en este último caso al superar a Alemania.
«Está bueno ver a la Argentina en una final y para muchos es la primera vez. Me llena de orgullo ser Argentina y  tengo mucha fe» para la final, señaló Matías Arbues, también de 16 años.
El Mundial se ha convertido en un paliativo para los argentinos, en momentos en que su economía se encamina a una recesión y el país ha quedado al borde de otra cesación de pagos de su deuda en poco más de una década a causa del conflicto legal en Estados Unidos con bonistas impagos.
A ello se suma la crisis de credibilidad del gobierno de Fernández por el reciente procesamiento por corrupción de su vicepresidente Amado Boudou, un hecho inédito en la historia de la nación, y las denuncias que alcanzan a otros funcionarios de su gabinete.
«Argentina se merecía tener una alegría general porque estamos muy mal en este país», afirmó Norma Ontiveros, de 59 años. «Demostramos que no todo está mal, que tenemos un equipo sólido y con buena gente».
Familias enteras con camisetas, banderas y gorros se concentraron en el Obelisco, ubicado en el centro porteño y clásico punto de encuentro para festejos deportivos. La misma imagen se repitió en ciudades y pequeños poblados de la Argentina, donde el canto elegido fue el ya legendario «Brasil, decíme que se siente, tener en casa a tu papá».
En Sao Paulo, la sede del triunfo contra Holanda, unas 20.000 personas se reunieron en el Fan Fest, donde vivieron con angustia los 120 minutos del partido en su tiempo reglamentario y alargue.
Tras la tanda de penales, todo fue alegría, saltos, besos y lágrimas de emoción entre los asistentes..
«Yo tenía fe de que ellos ganarían hoy,» dijo Maribel Ovieda de 21 años, quien viajó con su familia desde Córdoba, Argentina. Hace dos años, Ovieda se sometió a un trasplante de pulmón por sufrir de fibrosis quística, una enfermedad genética que afecta distintos órganos.
Su hermana melliza murió a causa de la enfermedad el año pasado, pero ella hoy celebra su salud y la victoria de su país.
«Ver a la selección en estos momentos hace que se me ponga la piel de gallina. Es algo hermoso», dijo Ovieda.

La arenga de Mascherano a Romero: «Hoy vos te convertís en héroe»
Javier Mascherano fue hoy el hombre clave en la selección argentina al motivar con una frase directa al corazón al arquero Sergio Romero, que se convertiría en el héroe de la victoria por penales ante Holanda en las semifinales del Mundial de Brasil 2014.

«Hoy, ¡hoy! Vos te convertís en héroe. ¿Está?», dijo el mediocampista del Barcelona al arquero del Mónaco en los instantes previos a la serie ganada 4-2 por Argentina con dos penales detenidos por el guardameta argentino que significaron el pase a la final en el Maracaná con Alemania.

Mascherano, que en Sudáfrica 2010 fue capitán de la selección, honor que está ahora en manos de Lionel Messi, habló tras el partido de lo que le dijo a Romero.

«Le dije que iba a ser su día, que hoy iba a cambiar la historia, que hoy podía ser recordado para el resto de la historia y ojalá que así sea».