La presidenta argentina Cristina Fernández acusó a Occidente de aplicar un «doble estándar» si no reconoce a Crimea como parte de Rusia, durante un discurso pronunciado el miércoles en la capital francesa.
La mandataria de 61 años comparó el referéndum en la península del Mar Negro al ocurrido en las islas Malvinas en el 2013, en el que la comunidad internacional aceptó el deseo de sus ciudadanos que votaron seguir siendo un territorio británico en ultramar.
Ello, pese a las presiones de Argentina sobre la soberanía de unas islas que acusa a Gran Bretaña de haber usurpado a su territorio sudamericano hace dos siglos. Hace 32 años, Argentina y el Reino Unido entablaron una guerra por la soberanía de las islas, y la entonces primera ministra británica Margaret Thatcher se alzó con la victoria.
«Reclamamos a las potencias que cuando se habla de integridad territorial sea aplicable para todos la integridad territorial, porque mi país sufre el cercenamiento territorial por parte del Reino Unido, de la islas Malvinas, y sin embargo las grandes potencias, fundamentalmente el Reino Unido y Estados Unidos se han manifestado a favor del referéndum de los kelpers (habitantes de las Malvinas), que carece de todo valor», dijo la mandataria. «Porque si carece de valor el que ha hecho Crimea a escasos kilómetros de Rusia, mucho menos puede tener uno de una colonia de ultramar a más de 13.000 kilómetros (21.00 millas) de distancia».
La presidenta argentina agregó que es fundamental «para preservar la paz en el mundo, para el respeto al derecho internacional es no tener doble estándar a la hora de tomar decisiones. No se puede estar de acuerdo con la integridad territorial en Crimea y estar en desacuerdo con la integridad territorial con las Malvinas en Argentina. O estamos de acuerdo con todas las integraciones territoriales y el respeto a la soberanía de todos los países y a la historia de los países –porque en definitiva las Malvinas siempre pertenecieron a la Argentina».
Agregó que hasta 19 de febrero de 1954 Crimea «pertenecía a la Unión Soviética y le fue obsequiada por Nikita Kruschev a Ucrania».
Insistió la mandataria que «o respetamos los mismos principios para todos, o vivimos en un mundo donde no hay derecho, donde no hay respeto a lo que decimos, sino que prima la relación del más fuerte.
«Precisamente por hacer las cosas que le convienen a los más fuertes, es que el mundo está como está y debemos cambiarlo. Por eso, apoyamos la integridad territorial, por eso votamos como votamos en el Consejo de Seguridad (en rechazo al referéndum en Crimea, pero reclamamos que todos sean coherentes y hagan exactamente lo mismo».
Los sucesos en Crimea al parecer enmascararon la reunión entre Fernández y el presidente francés Francois Hollande. Cuya finalidad fue analizar la creciente deuda soberana de la Argentina.
Argentina debe 9.500 millones de dólares al Club de París, un grupo de las potencias más acaudaladas que en las últimas décadas ayudó a otras naciones con grandes deudas internacionales.
El Club de París y Argentina reanudarán a fines de mayo las negociaciones oficiales sobre la deuda, que Argentina no ha pagado desde el colapso de su economía en el 2002. La agencia de calificación de riesgos Moody’s Investors Service redujo el lunes la calidad de los bonos soberanos argentinos debido a los temores creados por sus finanzas.