Aramburu gana premio Tusquets


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El Premio Tusquets Editores «pilló de sorpresa» a Fernando Aramburu, quien se impuso con su novela «Años lentos», sobre el nacimiento del grupo terrorista ETA visto a través de los ojos de un niño.

Por ARTURO Pí‰REZ NAVARRO GUADALAJARA / Agencia AP

«Para mí­ es un honor muy grande, me salva económicamente medio año y eso es evidente», expresó el escritor español en una entrevista con la AP el martes, momentos después del anuncio. «Tampoco voy a esconder la pequeña vanidad … pues me confirma que quizá he hecho bien el trabajo», añadió.

El premio Tusquets, anunciado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, consiste de 26.600 dólares y la publicación de la novela ganadora en México, Argentina y España en marzo de 2012.

El jurado premió a Aramburu, quien presentó su obra bajo el seudónimo de Rí­o Lippe, por la «brillante reflexión sobre cómo la vida se destila en una novela, la mediación y el trasvase entre recuerdo sentimental y memoria colectiva, en una escritura diáfana».

También destacó «la narración dickensiana de una infancia en los años sesenta en el Paí­s Vasco».

La novela, que transcurre en San Sebastí­an a principios de los 60, relata cómo los curas del barrio promueven entre los niños la simpatí­a por el grupo que lucha por una patria vasca, y el giro hacia la violencia de éste.

La ETA recientemente dio un giro al renunciar expresamente a la lucha armada, y al respecto Aramburu sostuvo que «de momento se esta dando, es evidente que no se esta ejerciendo la violencia, pero en cualquier momento podrí­an cambiar de idea, ¿no? Las armas las conservan, los objetivos siguen siendo los mismos, y es realmente difí­cil fiarse de personas que han matado a 800 seres humanos, entre ellos veintitantos niños, embarazadas, gente que pasaba por ahí­».

La infancia es una presencia constante en la obra de Aramburu, hecho que él atribuye a su fascinación con el «Lazarillo de Tormes», la novela del siglo XVI precursora de la picaresca española.

Recordando el maltrato que recibió a manos de un profesor, tal como Lazarillo a manos del ciego, Aramburu dijo que la novela «despertó en mí­ una especie de identificación con el protagonista», a tal punto que «cualquier cosa que hago la he estado midiendo hasta ahora con relación a ese libro».