Arabia Saudí catalogó el viernes a la Hermandad Musulmana de grupo terrorista, a la par de Al Qaeda y otros, advirtiendo que quienes se unan o apoyen a ésta podrían enfrentar de cinco a 30 años de prisión.
Un comunicado del Ministerio del Interior dijo que el rey Abdulá aprobó la recomendación de un comité comisionado para identificar grupos extremistas, en referencia a un decreto real emitido a inicios del mes pasado. El decreto castiga a quienes combaten en conflictos fuera del reino o se unen a grupos extremistas o los apoyan.
El decreto del rey siguió a la promulgación del reino de una nueva ley antiterrorista que tiene como blanco virtualmente cualquier crítica al gobierno.
La Hermandad Musulmana ha sido objetivo de muchas naciones del Golfo Pérsico desde el derrocamiento el 3 de junio del presidente islámico de Egipto Mohammed Morsi, quien es un miembro de la Hermandad. Arabia Saudí ha prohibido libros de la Hermandad en la actual feria del libro de Riad y expulsó a su embajador de Catar, quien es un partidario de la Hermandad, lo cual también hicieron Bahréin y los Emiratos Árabes Unidos.
El comunicado del viernes — publicado por la oficial Agencia de Prensa Saudí— identificó a los otros grupos considerados terroristas: las sucursales de Al Qaeda en Yemen e Irak, El Frente al-Nusra en Siria, el Jezbolá Saudí y el grupo Hawthis Chiita de Yemen.
El documentó afirmó que la ley será aplicada a todos los grupos y organizaciones identificadas como terroristas o violentos por el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas. Agregó que la ley será aplicada también a cualquier ciudadano saudí o extranjero residente en el reino por propagar ateísmo que jure lealtad a cualquier otro fuera de los líderes del reino.
La ley contra el terrorismo prohíbe reuniones de grupos dentro y fuera del reino y cubre comentarios realizados por internet u otros medios de comunicación.
Las sentencias duras y sin precedente parecen intentar detener el flujo de combatientes saudíes a Siria, Yemen o Irak. Se cree que la guerra civil en Siria ha atraído cientos de jóvenes saudíes, lo que hace temer a algunos en el reino que los combatientes pudieran regresar radicalizados y dirigir sus armas a la monarquía.
Influyentes clérigos saudíes que siguen la religión ultraconservadora del reino denominada doctrina Wahhabi alentaron a jóvenes a combatir en la guerra y la ven como una confrontación entre la mayoría suní siria y la minoría chií del presidente Bashar Assad.