El Senado estadounidense aprobó hoy nuevos fondos para la guerra en Irak pero lo condicionó a un calendario para el retiro de sus tropas en ese país, marcando un duro enfrentamiento con el presidente George W. Bush, quien amenaza con vetar esa ley.
La medida que busca forzar un drástico cambio en la política de Estados Unidos en Irak fue aprobada por 51 a 47.
Esta decisión del Senado fija un enfrentamiento con Bush, que acusa a sus adversarios de sacrificar el interés nacional a la política partidaria.
De aquí a un mes, el proyecto de ley destinado a financiar las operaciones militares en Irak y Afganistán para 2007 podría teóricamente ser adoptado en su versión definitiva por las dos cámaras del Congreso, dominadas por los demócratas.
La Cámara de Representantes había adoptado la semana pasada una versión ligeramente diferente, y los dos textos deben ahora ser armonizados.
El texto del Senado asigna 122 mil millones de dólares principalmente para financiar las operaciones militares en Irak y Afganistán este año.
La suma supera en unos 20 mil millones de dólares lo solicitado por el gobierno, e incluye asimismo una asignación en favor de los militares heridos en el campo de batalla y de regreso en el país, así como diversas subvenciones, entre ellas agrícolas.
En especial, los demócratas lograron por primera vez, gracias a la deserción de dos legisladores republicanos, que el Senado endosara el objetivo de un retiro del grueso de las tropas de combate para el 31 de marzo de 2008, lo cual se alínea con las recomendaciones que hizo en diciembre el Grupo de Estudios sobre Irak que co-presidió el ex secretario de Estado James Baker.
De acuerdo con el texto del Senado, el retiro de tropas debe comenzar dentro de cuatro meses.
Bush recordó sin embargo que rechazará cualquier imposición de un calendario para retirar las tropas norteamericanas.
«Vetaré un proyecto que restringe a nuestros comandantes en terreno en Irak, un proyecto que no financia a nuestras tropas, un proyecto que tiene demasiados gastos» accesorios, dijo tras una reunión con legisladores de su Partido Republicano.
Bush ha criticado todos los esfuerzos para fijar un plazo al retiro militar estadounidense de Irak y ha fustigado a los demócratas por agregar gastos no relacionados al paquete presupuestario de emergencia, que también debe financiar la guerra en Afganistán.
Ayer, sus adversarios demócratas habían señalado que «la pelota está en el campo del presidente», exigiéndole buscar un terreno de entendimiento que permita evitar el bloqueo de fondos.
«Más que trabajar con el Congreso para alcanzar un proyecto de ley que usted pueda firmar, usted al parecer tiene la intención de seguir una estrategia política que retardará inútilmente el financiamiento» destinado a los militares, habían declarado el jefe de la mayoría del Senado y la presidente de la Cámara de Representantes, Harry Reid y Nancy Pelosi.