Quienes apoyan un proyecto de ley aprobado por la Asamblea de Nueva York para legalizar el matrimonio gay y que esperan su rápida aprobación en el Senado, se decepcionaron ayer de que los senadores republicanos extendieran otro día su debate a puerta cerrada.
ALBANY / Agencia AP
El gobernador Andrew Cuomo, quien ha conducido la iniciativa, emitió un «mensaje sobre la necesidad» de que la medida contenciosa pueda ser sometida a votación el miércoles. La orden del gobernador suspende el periodo de tres días de espera requeridos para permitir la revisión pública de la iniciativa que presentó un día antes.
Los demócratas tomaron rápida ventaja, aprobando la medida con una votación de 80 a 63. Con este impulso, la iniciativa fue enviada al Senado —que es encabezado por los republicanos— pero para algunos defensores la votación en la Asamblea estuvo demasiado cerrada, a pesar de que los demócratas son mayoría con 95 votos.
El asambleísta Charles Lavine dijo el miércoles que cree que la aprobación del matrimonio gay en su cámara significa que en algún lugar los padres de la patria deben «estar sonriendo».
Pero el asambleísta Dov Hikind afirmó que el matrimonio gay es algo equivocado ante los ojos de Dios.
El matrimonio gay ya ha sido legalizado en Connecticut, Iowa, Massachusetts, New Hampshire, Vermont y Washington, D.C.
«Fui discriminada como mujer, judía y como lesbiana, y estuvo igualmente mal en todos los casos», destacó la asambleísta Deborah Glick de Manhattan.
Agregó que los 1.300 derechos legales que les negaron a ella y a su pareja han tenido un costo emocional y también miles de dólares porque no estaban legalmente casadas.
«Lo que estamos haciendo ahora no es correcto», dijo por su parte la legisladora Nancy Calhoun, una republicana que representa a los condados de Orange y Rockland. «Estamos cambiando la institución del matrimonio, este es el día que recordaré como aquel en que el estado de Nueva York y su constitución perdieron algo, y lamento mucho que esto esté apunto de suceder».