El gobierno de Siria aprobó hoy un anteproyecto de ley que, asegura, permitirá la creación de partidos políticos que compitan con el Partido Baath del presidente Bashar Assad.
La propuesta forma parte de una serie de reformas prometidas que la oposición ha desechado al considerarlas meramente simbólicas.
El anteproyecto de ley aprobado por el gabinete el domingo por la noche llega después de otras concesiones realizadas por Assad como parte de sus esfuerzos por acabar con más de cuatro meses de protestas en contra de su régimen. El mandatario ha acompañado sus promesas de reformas con un mortífero operativo en contra de manifestantes que, de acuerdo a los activistas, ha matado al menos a 1.600 personas.
La revuelta se ha vuelto mas desafiante ante la respuesta del gobierno, y los manifestantes ahora exigen no solamente reformas políticas sino la caída del régimen.
La propuesta de un sistema multipartidista, que aún requiere de la aprobación del Parlamento, autorizaría la creación de cualquier partido político que no se base en creencias religiosas o en una línea tribal, y que no discrimine por origen étnico, género o raza, dijo la agencia estatal de noticias.
El gobernante Partido Baath, que hace un llamado a la «unidad, libertad y socialismo», ha mantenido un monopolio en la vida política de Siria durante décadas.
Una demanda clave del movimiento opositor es la eliminación del Artículo 8 de la Constitución siria, que afirma que el Partido Baath es el líder del estado y la sociedad.
El legislador Mohammad Habash dijo a The Associated Press el lunes que el anteproyecto aún necesita el aval del Parlamento y probablemente será sometido a debate durante la próxima sesión el 7 de agosto.
Agregó que el anteproyecto es positivo en sí mismo, pero que algunos artículos de la Constitución tienen que ser enmendados primero, incluido el ocho.
Assad, quien heredó el poder en 2000 tras la muerte de su padre, el entonces presidente Hafez Assad, ha tomado varias medidas para intentar calmar la creciente ira popular. Ha suspendido leyes de emergencia que desde hace décadas han permitido al régimen arrestar a personas sin necesidad de presentarles cargos formales, ha otorgado la ciudadanía siria a miles de curdos —una minoría que ha sido excluida por mucho tiempo— y ha concedido varios indultos.