Un aparente lapsus del presidente francés Nicolas Sarkozy que se refirió como «culpables» a los acusados en el caso Clearstream, entre ellos su enemigo Dominique de Villepin, provocó una rápida reacción del ex primer ministro que lo demandará por afrenta a la presunción de inocencia.
«Al cabo de dos años de investigaciones, dos jueces independientes estimaron que los culpables debían ser llevados ante un tribunal correccional», sostuvo Sarkozy el miércoles de noche, entrevistado en directo desde Nueva York por los canales de televisión TF1 y France 2 que estaban viendo más de 12 millones de personas.
Al utilizar la palabra «culpables», el jefe de Estado francés, que es acusación civil en el juicio abierto el lunes en París para esclarecer el caso Cleastream, una supuesta maquinación política en su contra, olvidó la presunción de inocencia que beneficia a una persona inculpada hasta que se demuestre lo contrario.
El equipo de abogados que defiende a Dominique de Villepin, jefe de Gobierno en tiempos de Jacques Chirac (1995-2007), no demoró su contraataque.
«Demandamos al presidente de la República por afrenta a la presunción de inocencia», afirmó a la AFP uno de los defensores de Villepin, Olivier Metzner.
Precisó que la demanda civil será presentada el viernes al Tribunal de Gran Instancia de París.
«Es una afrenta escandalosa a los principios fundamentales» de la justicia, clamó Henri Leclerc, otro de los abogados de Villepin, inculpado de «complicidad en denuncia calumniosa» entre otros cargos.
La justicia tratará de determinar qué papel tuvo Villepin en esta supuesta maquinación política que saltó a la luz en 2006 y consistió en hacer llegar a la justicia una lista falsa de personalidades que tenían cuentas ocultas en Clearstream, un organismo financiero luxemburgués.
Entre ellas figuraba el entonces ministro del Interior, Nicolas Sarkozy con sus patronímicos «Stephane Bocsa» y «Paul de Nagy» -su nombre completo es Nicolas Paul Stephane Sarkozy de Nagy-Bocsa-.
Este aparente lapsus de Sarkozy causó un revuelo mayor en la clase política francesa, sobre todo en la oposición, pero también en las filas de su partido Unión para un Movimiento Popular (UMP, derecha).
«Es un lapsus que dice mucho (…) sobre dos hombres que se odian y un presidente de la República que habla de culpable en lugar de presunto culpable, olvidando la presunción de inocencia», afirmó el jueves la primera secretaria del opositor Partido Socialista, Martine Aubry.
Su antecesor en el cargo, Francois Hollande consideró que «es un lapsus enojoso» porque como «abogado, debe conocer el significado de las palabras».
«Freud habría dicho que fue un lapsus revelador de la ambigí¼edad» de Sarkozy en este caso siendo parte civil y al mismo tiempo «garante de justicia como superior jerárquico de la fiscalía», afirmó el ex candidato a la presidencia en 2007, Francois Bayrou presidente del Movimiento Demócrata (MoDem, centro).
El líder del Partido de Izquierda, el ex socialista Jean Luc Melonchon, consideró que Sarkozy «tiene que comprender que la justicia no es venganza».
«Hay que ser muy prudente en esto. Menos se habla, mejor es», dijo el jefe de los senadores de la UMP, Gerard Longuet, en alusión a Sarkozy.
La defensa de Villepin reclamó el lunes al tribunal que Sarkozy no sea admitido como acusación civil por su condición de presidente de la República.
El tribunal se pronunciará al final del proceso, el 23 de octubre. Hasta entonces, el enfrentamiento entre Sarkozy y Villepin conocerá seguramente nuevos episodios.
Minutos antes del inicio del proceso, Villepin afirmó sin pelos en la lengua: «Estoy aquí por el ensañamiento de un hombre, Nicolas Sarkozy, que es también el presidente de la República».