En una medida desafiante antes de una serie de negociaciones nucleares, Irán anunció sus planes para acelerar significativamente el ritmo de enriquecimiento de uranio, que puede usarse como combustible para un reactor pero también para el núcleo fisible de ojivas.
En su intento por evitar que las negociaciones colapsen, las potencias mundiales apenas respondieron al anuncio.
Irán indicó sus intenciones al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) la semana pasada. El OIEA a su vez notificó a los países miembros mediante una nota interna a la que The Associated Press tuvo acceso el jueves.
La breve nota atribuyó a Irán haber expresado que «máquinas de centrifugación» de nueva generación IR2m. «se usarán» en una nueva «unidad», el término técnico de un grupo de centrifugadoras que puede tener un máximo de 3.132 unidades.
La nota no ofrece un cronograma, y un alto diplomático familiarizado con el tema dijo que las obras no han comenzado todavía.
El diplomático agregó que pueden pasar semanas o quizás meses antes de que las nuevas máquinas entren en funcionamiento una vez que los técnicos comiencen a instalarlas. El diplomático pidió no ser identificado porque no está autorizado a divulgar información confidencial.
Las centrifugadoras se instalarían en una planta de Natanz, en el centro del país. Se calcula que las centrifugadoras pueden enriquecer material nuclear hasta cinco veces más rápido que los equipos disponibles actualmente.
Mark Fitzpatrick, un experto en proliferación nuclear y ex funcionario de alto rango del Departamento de Estado norteamericano, describió la decisión del gobierno de Irán como un potencial «factor de cambio».
«Si miles de las máquinas más eficientes son incorporadas, el plazo en que será capaz de producir material fisible para armamento será considerablemente reducido», dijo Fitzpatrick, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.
«Esto no cambiará los varios meses que tomaría realizar armamento en sí del material fisible o los dos años o más necesarios para ser capaces de montar una ojiva nuclear en un misil, por lo que no es necesario empezar a tocar los tambores de guerra», agregó. «Pero esto seguramente aumentará las preocupaciones».
Irán insiste en que no desea tener armas nucleares y alega que tiene el derecho a enriquecer material para su programa nuclear civil. Pero persisten las sospechas de que el verdadero objetivo es crear armas atómicas, ya que el país ocultó gran parte de su programa hasta que fue identificado desde el exterior hace más de una década y porque el OIEA afirma que hay indicios de que trabajó en secreto en el desarrollo de armas nucleares.
En un desafío a las demandas del Consejo de Seguridad de la ONU para que detenga su programa de enriquecimiento, Irán lo ha ampliado. Varios expertos afirman que Teherán ya tiene suficiente material enriquecido para varias armas nucleares.