Eduardo Palacios, coordinador del Programa Nacional para la Prevención de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles y Cáncer, señala que en Guatemala actualmente se consumen más de 4 mil 550 millones de cigarrillos anualmente y que el departamento con el índice más alto de consumo es Guatemala, seguido de Sacatepéquez.
ejuarez@lahora.com.gt
El 31 de mayo se celebra el Día Mundial Sin Tabaco, cuyo objetivo consiste en señalar los riesgos que supone el consumo de tabaco para la salud fomentando políticas eficaces de reducción de dicho consumo, ya que el tabaco es la segunda causa mundial de muerte, tras la hipertensión y es responsable de la muerte de cada diez adultos.
Según Palacios, se estima que en la década de 2020 a 2030 el tabaco será responsable de la muerte de más 10 millones de personas al año y que el 70 por ciento de esta muertes serán en los países pobres.
Además, indica que el consumo de cigarrillos ha ido en aumento, pues en 1880 se consumían 10 mil millones de cigarros en el mundo, en 1900 se consumían 50 mil millones, para 1910, 100 mil millones y para el año 2010, 6 billones 319 mil millones de cigarrillos anualmente.
Palacios señala que en la encuesta de Villa Nueva realizada en el 2003, a adultos mayores de 19 años revela que 16 por ciento de la población fumaba en esa época y el 24 por ciento empezó a fumar a la edad de 10 a 14 años, el 50 por ciento de 15 a 19 y el 32 por ciento fumaba más de 10 cigarrillos por día.
Según el Ministerio de Salud, la problemática en el país sigue siendo una amenaza, ya que la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil ENSMI realizada en 2008 y 2009 reveló que el 1.5 por ciento de las mujeres y el 21.7 por ciento de los hombres son fumadores.
Leyes para el Control del Tabaco
Entre tanto, la Organización Una Voz Contra el Cáncer hace énfasis en la necesidad de promover y fortalecer el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (CMCT), para prevenir enfermedades relacionadas con el consumo de cigarrillos.
Esta Organización recomienda al país implementar medidas específicas para bajar la demanda y la oferta del tabaco, entre ellas política de precios e impuestos, prohibición total de la publicidad, promoción y patrocinio, implementación de espacios libres de humo, normativas estrictas para el empaquetado y etiquetado, política de prevención y apoyo para la cesación tabáquica entre otras.
Además, señalan que no existe un control en la publicidad del tabaco, lo cual incluye la promoción y patrocinio de marca para que los jóvenes y niños no estén expuestos a ella y los impuestos se encuentran muy por debajo del nivel aceptable, por lo cual “es urgente que se adopten las medidas legislativas necesarias”.
OMS
Según la Organización Mundial de la Salud existen en el mundo unos 700 millones de niños, casi la mitad de niños en el mundo, que respiran aire contaminado por humo de tabaco. Más de un 40 por ciento de los niños tienen al menos un progenitor fumador.
Por otro lado, OMS señala que en 2004 los niños fueron víctimas del 28 por ciento de las 600 mil muertes prematuras atribuibles al humo de ajenos.
Según la OMS, el tabaquismo pasivo es causa de graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias entre ellas la Cardiopatía, Coronaria y el Cáncer de Pulmón, en el adulto; de síndrome de muerte súbita en el lactante, y de bajo peso al nacer en el feto.
Interferencias
Según los resultados preliminares de un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) que se analizarán hoy en la sede de la organización, la industria tabacalera continúa interfiriendo con las políticas de control de tabaco en las Américas, y estos esfuerzos se han intensificado desde que en 2005 entrara en vigencia el Convenio Marco para el Control de Tabaco de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, OMS indica que en un intento por frenar la adopción de las advertencias sanitarias gráficas en los paquetes de tabaco, la industria tabacalera ha adoptado recientemente la nueva táctica de demandar a los países en base a tratados bilaterales de inversión, alegando que las advertencias afectan los intentos de las empresas a usar sus marcas legalmente registradas.