La antorcha de los Juegos Olímpicos de Pekín desfiló hoy a puerta cerrada en su etapa en Indonesia, mientras China empezó a preparar el próximo relevo pidiendo a sus partidarios que la apoyen cuando el jueves recorra la capital de Australia.
El ambiente en Yakarta no fue festivo, según la impresión general.
La antorcha se limitó a recorrer el interior del estadio Bung Karno (apodo del padre fundador del país, Sukarno) ante la presencia de las únicas 5 mil personas autorizadas previamente a asistir al acto y en medio de una fuerte vigilancia policial.
Los alrededores del estadio Bung Karno estuvieron desiertos. Más de 2.000 agentes fueron desplegados para evitar que posibles manifestantes pudieran acercarse.
El relevo se redujo al mínimo. Así, empezó a las 14:10 locales y terminó a las 15:30 locales.
Las fuerzas del orden realizaron una sola intervención antes del comienzo del acto para dispersar a un centenar de manifestantes pro tibetanos reunidos en las cercanías del estadio. Una decena de manifestantes con camisetas que decían «Tíbet libre» fueron arrestados.
Las autoridades indonesias previnieron que tras los «incidentes» en Grecia, Francia y Gran Bretaña, impedirían a los activistas de derechos humanos perturbar el paso de la antorcha.
El gobernador de Yakarta, Fauzi Bowo, fue el primero en llevar la antorcha. Esta se apagó pocos segundos después por un problema técnico y hubo que reencenderla.
Los relevos de la llama corrieron por cuenta de 80 corredores entre los que hubo atletas y estrellas de la canción y la televisión elegidas por los patrocinadores oficiales.
Entre los relevistas atletas, 15 eran especialistas de bádminton, el único deporte en el que Indonesia brilla a nivel internacional. Uno de ellos fue Taufik Hidayat, medalla de oro en ese deporte en los Juegos Olímpicos de Atenas.
También participó como relevista el embajador de China en Yakarta y el ministro indonesio de Turismo, Jero Wacik, ya que 2008 ha sido nombrado «año del turismo» en Indonesia.
Pero la seguridad fue tal que un centenar de alumnos que caminaron hasta el estadio vieron cómo los agentes les cortaban el paso, según la radio Elshinta. «Estamos decepcionados», dijo Zaini, uno de los chicos que se quedaron sin poder ver la llama.
Los raros militantes de derechos humanos presentes en la inmediaciones del estadio acusaron al gobierno de haber confinado la antorcha para privilegiar sus relaciones con China, uno de los principales socios económicos de Indonesia.
«Estamos entristecidos», confesó Gatot, un miembro de la Fundación de Asistencia Jurídica Indonesia para quien «la forma de restringir el relevo de la llama va en contra del espíritu olímpico de apertura, unidad y respeto de los demás».
Yakarta fue la quinta etapa del recorrido asiático de la llama olímpica después de Islamabad, Nueva Delhi, Bangkok y Kuala Lumpur.
Su próxima etapa será la capital de Australia, el jueves. Las autoridades chinas empezaron ya a prepararla pidiendo a sus partidarios que la apoyen en Camberra, señaló el martes el ministro australiano de Relaciones Exteriores.
En Camberra se espera la presencia de miles de estudiantes chinos y también la de unos 600 militantes pro tibetanos. Por eso las autoridades temen disturbios, si bien Smith advirtió que no se tolerará violencia alguna.
El periplo mundial de la llama olímpica se ha visto perturbado por manifestaciones pro tibetanas desde que fue encendida en la ciudad griega de Olimpia, el 24 de marzo, pocos días después de la violenta represión por parte de Pekín de unas manifestaciones en Tíbet.