El gobierno estadounidense publicó ayer su esperada primera estimación del crecimiento económico del país en el tercer trimestre ( 2,0%), a pocos días de las elecciones legislativas y de una reunión de política monetaria de la Reserva Federal.
La economía se aceleró ligeramente, en el período julio-septiembre en términos anualizados respecto del segundo trimestre de 2010, según los datos del departamento de Comercio, conforme a la previsión promedio de los analistas.
Tras conocerse las cifras, Austan Goolsbee, consejero económico de Barack Obama, dijo en un blog de la Casa Blanca que «resta por hacer un trabajo considerable antes de que nuestra economía se restablezca completamente».
Estimó «esencial que -como recomendó el presidente- tomemos medidas con el objetivo de estimular aún más el crecimiento y la creación de empleos», citando «la prolongación de las exoneraciones fiscales para la clase media, la inversión en infraestructuras, incentivos fiscales para incitar a las empresas a invertir en el país, y la promoción de las exportaciones».
Obama debía emitir un mensaje durante una visita a una fábrica en Maryland (este) en la jornada, a cuatro días de las elecciones legislativas.
Durante el verano (boreal) se produjo el quinto trimestre consecutivo de alza del PIB estadounidense desde el comienzo de la recuperación económica tras la recesión que oficialmente terminó en junio de 2009.
El departamento de Comercio señala que la aceleración del crecimiento apenas fue «ligera» respecto de la primavera.
Si se mantiene en 2,0%, el crecimiento sigue siendo inferior a su potencial de crecimiento, lo que significa que la economía no es tan vigorosa como para permitir una caída de la tasa de desempleo, que en septiembre se ubicaba en el nivel más alto en una generación: 9,6%.
El incremento de la tasa de crecimiento refleja, en primer lugar, «una clara desaceleración de las importaciones y una aceleración de la producción en depósito y el consumo de los hogares», escribe el ministerio.
Esas contribuciones positivas al crecimiento fueron compensadas en parte por una caída de la inversión de los hogares en vivienda y por una clara desaceleración de la inversión de las empresas y de las exportaciones.
Motor tradicional de la actividad económica en Estados Unidos, el consumo de los hogares creció 2,6% en el tercer trimestre (tras haberlo hecho 2,2% en el precedente), aportando 1,79 puntos al crecimiento del país.
Según Inna Mufteeva, analista del banco Natixis, el nuevo dato es una buena sorpresa, «teniendo en cuenta la progresiva desaparición de los efectos del plan de reactivación».
El comercio exterior, que había hecho perder 3,5 puntos al alza del PIB en primavera, quitó solamente 2,0 unidades al tercer trimestre.
El incremento de los stocks de las empresas cooperó con 1,44 puntos al crecimiento en el período.
El reverso de esta fuerte contribución de la producción almacenada: las ventas finales aumentaron solamente 0,6% en el tercer trimestre, luego de un alza ya débil, de 0,9% en la primavera boreal.
La economía continúa sostenida por las medidas de reactivación del gobierno. Los gastos públicos aumentaron 3,4%, aportando 0,7 punto al crecimiento, levemente por debajo del trimestre anterior (0,8).
Señal preocupante, bajó fuertemente la contribución de la inversión de las empresas, que había impulsado claramente la recuperación: en el período representó solamente 0,9 punto al crecimiento, contra 1,5 en el segundo trimestre.
Sin embargo, el anuncio de la aceleración del PIB a pocos días de las elecciones legislativas del 2 de noviembre, dan un respiro al campo demócrata del presidente Barack Obama, en desventaja en los sondeos frente a la oposición republicana.
Para James Marple, analista del grupo de servicios financieros TD Financial, hay dos maneras de ver los datos de Comercio: según el principio del vaso medio lleno, o el del vaso medio vacío.
«Hay pocas dudas», según él, de que la segunda consideración «prima hoy» desde el punto de vista de la Reserva Federal, cuyo Comité de política monetaria debe reunirse el 2 y 3 de noviembre y podría anunciar nuevas medidas adicionales de reactivación monetaria, a fin de sostener la recuperación económica.
Sin excluir una ayuda suplementaria de la Fed en el futuro, Sal Guatieri, de BMO Capital Markets, considera sin embargo «alentadora» la mejoría del crecimiento durante el verano boreal.
La economía parece crecer lentamente actualmente, señaló, pero debería comenzar «a crecer más rápidamente en 2011».