El movimiento independista centroamericano tuvo profundas raíces económicas que forman a no dudarlo la infraestructura del país, la base económica que en conjunción con otros factores determinó el momento histórico al que hoy nos referimos. Las causas económicas de la independencia de Centro América se pueden estudiar en dos grandes planos, a saber: causas externas y causas internas.
CAUSAS EXTERNAS
Debemos estar claros que un país no está solo en el orbe, sino se interacciona con el resto de países del mundo, por pequeño que sea, y la influencia mutua es muy sensible. De allí que en gran medida que lo que suceda en un lugar determinado afecte a otras secciones del mundo. Esto cobra mayor validez en el plano económico.
1. Desarrollo Industrial de los Países Europeos
El desarrollo económico que habían adquirido otras naciones europeas como Inglaterra que estaba por culminar su Revolución Industrial; lo que también puede decirse de los Países Bajos. Por lo tanto, en ellos había un mayor desarrollo de la industria, especialmente textil. Para su desenvolvimiento eran necesarios dos elementos indispensables: materias primas, que muchas veces no se producían en el país, y mercado donde colocar dicha producción industrial. Inglaterra había entrado de lleno al capitalismo. Otros países europeos, como Holanda y Francia, seguían también el mismo camino que Inglaterra. No se olvide la industria textil y en especial los paños de seda producido por Holanda. ¿Y cuál era el papel jugado por España en esta carrera del capitalismo? España se quedó rezagada, convirtiéndose únicamente en un intermediario entre las colonias americanas y aquellos países dueños de esa producción industrial; y además con el producto del monopolio que ejercía sobre sus colonias estaba en capacidad de agenciarse los productos económicos que España explotaba en América, llegaban a ella, y automáticamente eran trasladados a los países industrializados de Europa. De allí que sea tan acertada la hipótesis que afirma que por medio de los metales preciosos de América, las cortes europeas se inundaron de oro.
2. Restringido comercio de cabotaje
Por otra parte, no debe olvidarse que el comercio que tenían las colonias americanas era muy restringido debido a que la madre patria prohibía comerciar con otros puertos que no fueran los españoles de Cádiz y Sevilla. A esto se sumaba el hecho que España no producía lo que sus colonias necesitaban, pero sí los otros países industrializados de Europa. Dichos productos entraron a América entonces por medio del contrabando, especialmente alimentado por los ingleses.
í‰sta es la enorme laguna económica que encontramos en 1821: un país europeo con una enorme extensión de tierra, al otro lado del océano ; al cual le era ya imposible sostener el imperio; endeudado con banqueros alemanes e ingleses, y sin una base económica fuerte que lo sustituyera. Además las efervescencias políticas y sociales que conmovían la metrópoli española, minaron de tal manera la economía hispana, que España no pudo seguir sosteniendo a sus colonias; por lo que prefirió, en el caso de las colonias más pobres, que no reportaban mayores ingresos a la corona, especialmente, las colonias agrícolas, como el Reino de Guatemala, otorgarles la libertad. Indudablemente que a la corona española lo que le preocupaba eran los grandes yacimientos de plata y oro que se encontraban en México y Perú. En éstos la guerra de independencia fue más cruenta.
CAUSAS INTERNAS: CRISIS ECONí“MICA DEL REINO DE GUATEMALA
Como corolario a los descalabros de la madre patria, en las provincias agrícolas, de suyo empobrecidas, se desencadenó una grave crisis económica. Es el caso de Guatemala donde a finales de los años de la dominación española, la Audiencia de México contribuía al sostenimiento del Reino. Es elocuente el dato que proporciona el último tesorero real: en las cajas reales al momento de declararse la independencia nacional, existía la cantidad de $.60 pesos y medio real; lo cual da una idea de lo profundo que la crisis económica habían afectado al reino. Esta crisis económica se debía en gran parte a lo siguiente:
1. Abolición de impuestos
Como producto de la Constitución política de 1821, los impuestos pagados por los pueblos de indios en concepto de tributos fueron abolidos, como también los impuestos sobre el tabaco y la alcabala. Además, la constitución decretaba la libertad de comercio. Esta abolición de impuesto sobre productos que mayores ingresos reportaban al fisco, y que prácticamente lo sostenían, agudizó la crisis interna a puntos bastante graves.
2. La Libertad de comercio
Habíamos referido que la libertad de comercio fue decretada por las Cortes de Cádiz en 1812, con lo cual se vino a romper el monopolio que tenían sobre el comercio en esta parte del mundo hispánico los puertos y comerciantes españoles.
Esta libertad de comercio contribuyó a mejorar en alguna medida la raquítica economía del reino en forma global, pero en lo particular arruinó especialmente a los artesanos cuyos tejidos y manufacturas se veían obligadas a competir con las que arribaban del extranjero. Ello va a ser determinante en el momento de la Independencia, y va a explicar en gran parte el porqué se oponían a ella.
3. La caída de los precios del añil
Guatemala tanto en la época prehispánica, como en la de la dominación española, y en la actual época de globalización, ha sido siempre un país agrícola, monocultivista. Es decir siempre ha dependido de un cultivo como sostén básico de su economía.
Al final de la época colonial, Guatemala exportaba a España añil, colorante utilizado en la fabricación de telas en otros países europeos, especialmente Inglaterra. A principios del siglo XIX la caída de los precios del añil en el mercado mundial fue verticalmente aguda, por lo que obligó al Reino de Guatemala a buscar otro producto que lo sostuviera, encontrando más adelante la salvación de su comercio en la plantación y exportación de la cochinilla.
Es precisamente en el año de 1821 cuando la crisis del añil alcanzó su cúspide, y el período de angustia y bancarrota hizo su aparición.
Guatemala prácticamente se quedó sin base económica la cual influyó en gran medida en la estructura social del momento, y de allí que esa misma estructura haga crisis. Guatemala no se va a recuperar sino hasta la época conservadora de los treinta años cuando se consolida la producción y exportación de cochinilla para una nueva metrópoli: Inglaterra, (1838-1870)
4. Monopolio del comercio en manos de criollos y peninsulares
Otra causa que va a repercutir hondamente en la economía del país, y más aún en el movimiento independista, es el monopolio comercial que mantenía un grupo reducido de criollos y peninsulares, que desde la época colonial habían detentado el poder económico. Además todos estaban prácticamente asentados en la capital del reino, en la recién fundada Nueva Guatemala de la Asunción. Este núcleo comercial tenía el monopolio de los puertos, y en gran medida del transporte. Dominaba tanto el comercio exterior como el interior. Y aquí se repite la misma estructura y la misma dinámica. Así como España servía de intermediaria entre los países en vías de industrialización europeos y sus colonias americanas, así la élite de comerciantes servía de intermediaria entre las provincias del reino de Guatemala y la metrópoli española.
La presión de los comerciantes monopolistas va a generar en gran parte el movimiento independista. Al percatarse de la crisis que azotaba el Reino de Guatemala, y a la vez, que España se había convertido en liberal, y que por lo tanto ya no respondía a sus intereses monopolísticos al haberse decretado la libertad de comercio, incitaban a declarar la independencia de la madre España.
Esta élite en 1821 se decide a dar el paso trascendental: Declarar la Independencia «antes que el pueblo mismo tomara la delantera y lo hiciera» como reza el artículo segundo del acta del 15 de septiembre. Sin embargo este grupo monopólico ya tenía previsto sus planes, como lo demuestran los acontecimientos: proclamó la Independencia de Centro América y enseguida buscó la anexión al imperio mexicano. De esta forma su papel de intermediario entre una metrópoli, que en este caso sería México, y las provincias del antiguo reino lo seguiría desempeñando a cabalidad.
Es significativo que el 17 de septiembre, dos días después de la firma de la flamante acta que declaraba la independencia nacional, el presidente Gabino Gainza, último Capitán General, representante del gobierno español, decía al regente del Imperio Mexicano que él y la sociedad guatemalteca veían con beneplácito la anexión a México. Todos estos factores entrelazados dieron origen al movimiento independista. Lo que sí debe quedar claro es que este hito de la historia de Guatemala y Centro América, necesita ser estudiado y enfocado desde otro punto de vista más científico que el tradicional. Es necesario ahondar en las raíces económicas, sociales y políticas que afectaron a Guatemala en ese momento. Solo cuando en realidad lo hagamos nos podremos comprender mejor como pueblo múltiple y diverso y encontraremos que por fin entendemos nuestro presente.
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