Algunas colonias en la zona 15 de la capital están sitiadas, la libre locomoción está vedada. Empleados y personas que necesitan transitar por distintas áreas, deben bordear varias cuadras antes de ingresar o salir.
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Agentes de seguridad ponen alto a personas desconocidas que intentan ingresar a pie o en carro.
Es imposible que una persona con ropa deportiva se pueda ejercitar por esas calles y si su apariencia es sospechosa, menos. El argumento del agente privado siempre es «esta prohibido el paso».
Los vecinos están impulsando tácticas de protección, que cada vez restringen más la movilización de personas en áreas verdes y privatizan vías públicas, esto al construir muros y garitas que terminan convirtiendo en exclusividad espacios que pertenecen a la colectividad.
A raíz del asesinato del ex asesor en seguridad, del ministerio de Gobernación, Víctor Rivera los vecinos de ese exclusivo sector de la capital viven con temor y delirio de persecución ante los casos de delincuencia que acechan.
La privatización a la fuerza en colonias, es efecto de los robos a residencias, asalto a mano armada, asesinatos y robo de vehículos que mantienen con los pelos de punta a la población en general en todo el país.
Ante la impotencia de la gente, debilidad de las autoridades y poderío del delincuente, algunas comunidades se frustran y deciden organizar comités para entrar en defensa de su vida, la de sus familias y sus bienes.
Es así como grupos de vecinos se han organizado contra la delincuencia en varios municipios del país. Actualmente hay aproximadamente 80 juntas locales que se convierten en soporte para la Policía Nacional Civil, hacen efectivo el trabajo de investigación, hay atención en entradas y salidas de las escuelas, se atiende a la comunidad contra la delincuencia, y es posible que los jóvenes se dediquen a actividades de cultura y deportes, asegura el vocero del Ministerio de Gobernación Ricardo Gatica Trejo.
Existe dificultad para obtener datos exactos sobre la cantidad de solicitudes y autorización para cerrar colonias o calles alternas, pero en la mayoría de las zonas de la capital los vecinos han sido autorizados por la comuna. Clausuras al fin, que son escasas acciones para evitar que los delincuentes actúen.