Año nuevo, esperanzas nuevas


Bien dice un conocido refrán que en Año Nuevo, vida nueva, y qué mejor si usted tuvo un mal año y desea mejorar para el presente; si ha pasado desempleado la mayor parte del 2006, este año podrí­a ser diferente.

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

Al menos, esas son las expectativas de muchas personas. El año nuevo representa nuevas oportunidades. Enero coincide con el inicio de diversas actividades: la época escolar, numerosas empresas reinician labores; también, tradicionalmente, el primer mes del año es época para crearse ilusiones y plantearse promesas que se esperan cumplir durante los doce meses.

De la misma forma, muchas personas que terminaron el año buscando trabajo, esperan en el año nuevo mayores oportunidades.

Así­ lo expresa Ana*, una secretaria que fue despedida el 6 de octubre. «Al principio pensé en tomarme un tiempo para disfrutar de un descanso; pero mis familiares me dijeron que es difí­cil encontrar empleo, y por eso empecé a buscarlo inmediatamente. í‰sta es la fecha que no he encontrado nada.»

Según relata Ana, su jefe, mostrando «cierta pena» al despedirla, trató de darle ánimos diciéndole que octubre era una buena época para ser despedida, ya que puede disfrutar las épocas navideñas y tener el dinero de su indemnización para las compras, y que enero, «mes de las oportunidades», pueda conseguir algo.

«Yo traté de no fiarme mucho, ya que ninguna solicitud de empleo me ha sido respondida. El dinero de la indemnización, que no fue mucho, ya se está terminando», comenta Ana con un poco de angustia.

Raúl* ha estado desempleado durante siete meses. Al igual que miles de personas, espera que en enero, con el reinicio de la época escolar y de actividades empresariales, y el olor a nuevas oportunidades, salgan a ofertarse nuevas plazas laborales.

«Yo trabajé en una editorial, y debido a que no hay muchas de estas empresas en Guatemala, mi experiencia se vuelve humo. He acudido a convocatorias de trabajo de otro tipo de actividades, pero en algunas me han dicho que no tengo la experiencia, otras yo no he aceptado al conocer de qué es el trabajo, y en otras, la mayorí­a de casos, ni siquiera me vuelven a llamar», relató Raúl.

¿Cuál es la realidad?

Como se comentó anteriormente, enero tiene el aroma de esperanzas renovadas e intuiciones de que, ahora sí­, habrá más ofertas laborales. Sin embargo, la realidad es otra.

En diciembre, en especial la última semana, las calles y carreteras de Guatemala se muestran vací­as, debido a que la mayorí­a de empresas (no los comercios, por supuesto) dan descanso a sus trabajadores. Como es lógico, enero vuelve a llenarse de movimiento y de promesas de mejorar.

Los desempleados podrí­an observar en este fenómeno un aliciente para el optimismo, y al ver más movimiento laboral que en diciembre, se renuevan sus esperanzas.

Además, diciembre es un mes malo para encontrar trabajo. La ya citada Ana indicó que al buscar trabajo en el último mes del año, se dio cuenta de que la mayorí­a contrataba sólo a vacacionistas, por lo que sus solicitudes eran rechazadas, debido a que requerí­a más sueldo (y más tiempo de permanencia) que un vacacionista.

Lo que no se toma en cuenta de enero, es que también es un mes malo, ya que muchas plazas no están libres, sino simplemente el ocupante estaba de vacaciones.

En el caso de los colegios, tipo de empresa que requiere una gran cantidad de personal, para enero normalmente tienen todos los puestos ocupados, los cuales fueron confirmados en noviembre, o, en el mismo mes, contrataron personal para que ingresen en enero próximo.

También, desde otro punto de vista, los desempleados que dejó el 2006 deben competir en enero con los miles de jóvenes que se graduaron el año pasado del diversificado, y que, luego de sus vacaciones de fin de año, salen en enero a tratar de buscar empleo.

Según las cifras que se manejan en el Ministerio de Educación, el año pasado se graduaron aproximadamente 93 mil jóvenes, cifra que supera a la del 2005, que fue de 85 mil graduados. Si se toman en cuenta estas tendencias, se podrí­a decir que para fin de año más de 100 mil jóvenes se estarán graduando y tratando de incluirse en el mercado laboral en el 2008.

Sin embargo, no todos los jóvenes entran a competir por las plazas laborales. Algunos se adhieren a un negocio familiar (sin ocupar una plaza, simplemente se meten para aprender) y otros deciden continuar en la universidad.

Ese fue el caso de Rogelio*, quien el año pasado logró graduarse de ingeniero quí­mico. «Mi padre siempre quiso que terminara mis estudios, y no me dejó trabajar porque esto podrí­a haberme distraí­do. Desde que me gradué, he buscado en muchos lugares, pero la respuesta es la misma: no tiene experiencia. He visto que han preferido contratar a personas no graduadas, pero con experiencia laboral, en lugar de a mí­.»

Este testimonio se generaliza en casi todos los casos de profesionales sin experiencia, que a veces tienen que aceptar trabajos de menor calificación con tal de obtener un empleo. Por esa razón, es cada vez más común entre los jóvenes graduados de diversificado, que, al mismo tiempo de estar estudiando, busquen un empleo de medio tiempo, sólo para no quedarse rezagados con la experiencia.

De esa forma, cada vez se forma más la idea de que los recién graduados deben ingresar al mundo laboral.

De éstos, una buena cantidad se gradúa del magisterio (aproximadamente un 25%); al intentar buscar trabajo, los maestros recién graduados se dan cuenta de que la mayorí­a de plazas en el sector de educación, ya han sido ocupadas.

Paradójicamente, el sector educativo no es exclusivo para los maestros, sino que también buscan ahí­ oportunidades bachilleres, peritos y de otras carreras de diversificado.

Parámetros de una medición

Las estrategias para buscar empleo se han diversificado. Desde el muy famoso (y muy efectivo) «cuello» de las personas para que se les avise cuando hay una plaza disponible, hasta los pocos efectivos anuncios en los medios escritos.

De las nuevas estrategias para buscar empleo se encuentra la Internet, en donde hay páginas especializadas en búsqueda de plazas laborales. Una de ellas es www.tecoloco.com, página que ofrece empleo en casi toda Centroamérica.

Según Eduardo Martí­nez, personero de tecoloco.com, a esa página de Internet se registran unas 7 mil visitas diarias. Obviamente, este número es muy pequeño si se toman en cuenta la gran cantidad de personas desempleadas.

Sin embargo, puede ser un buen parámetro. Según Martí­nez, de las 7 mil visitas diarias (que no necesariamente son 7 mil personas), deben competir por las 500 oportunidades de trabajo que se ofrecen a la semana. En la semana laboral, se registrarán 35 mil visitas, de las cuales sólo «se podrí­an contratar» a 500, apenas el 1.4% de las visitas.

La ventaja de estos medios de búsqueda de trabajo, es que el aspirante no debe moverse, y su currí­culum queda ahí­, a la vista de los empleadores, y en cualquier momento puede ser llamado para una entrevista, sin preocuparse de estar pendiente de todos los trabajos.

Según Martí­nez, en tecoloco.com hay unos 240 mil currí­cula vitae archivados. Además, según comenta el personero de la página Web, el 99% de las ofertas de trabajo que se publican en la página, se otorgan en ese mismo medio, lo cual lo hace muy efectivo para los empleadores.

Tipos de empleo

En una hojeada por las secciones de empleos de los periódicos, se puede observar que existe una gran cantidad de plazas. Sin embargo, algunos esperan contratar a personal muy especializado (un anuncio de ayer pedí­a: Ingeniero en Sistemas, maestrí­a en Administración de Empresas, experiencia de 5 años en puesto similar, entre 30 y 40 años, lo cual es casi imposible, si se tiene en cuenta la cantidad de tiempo que se debe tomar para graduarse y llegar a un puesto similar).

También los hay del tipo: Are you fully bilingual? Come on join us, anuncio que de por sí­ ya elimina a la gran mayorí­a de los que buscan empleo por esa ví­a.

La mayorí­a de empleos que se ofrecen son de la categorí­a de trabajos «sufridos», como los que contratan cobradores para cuentas incobrables, motoristas de comida rápida, a quienes se les descuenta si no entregan a tiempo el pedido, plazas para maestros con sueldos bají­simos, pero que exigen tiempo completo, y ventas de productos imposibles.

Entre las ventas, los empleos que más abundan son los de los llamados «activistas». En estos, se atrae a una gran cantidad de gente con el anuncio de mil 200 quetzales quincenales, trabajando sólo cuatro horas diarias. Incluso, ofrecen 400 dólares a la semana.

Lo que no se dice, es que son activistas, no porque se busquen personas muy «activas», sino que ofrezcan sus «activos». Es decir, se insiste que las personas deben comprar productos, y luego venderlos por su cuenta. Si se vende todo, se podrí­a vender hasta 400 dólares a la semana, pero es difí­cil vender un «polvo que cura cualquier enfermedad», como es uno de los productos que se promocionan en esas actividades.

* Nombres ficticios.

Otras opciones

www.tumejortrabajo.com es otra página Web especializada en la búsqueda de trabajo. Según Jorge Torrico, director de Pymes y Portal de Verticales de Terra, empresa que publica la mencionada página, informó que aproximadamente se registran unos 500 mil aspirantes a empleo, y unas 150 empresas utilizan la página para reclutar personal.

Diariamente, aparecen entre 15 y 20 ofertas, y los primeros meses del año es la época en que más ofertas y aspirantes hay. El 28% de los aspirantes se encuentran desempleados, 10% con empleo temporal y 29% están trabajando.

Cada año, se registran 50 mil personas. La mayorí­a de ellos están entre los 18 y 30 años. El mercadeo (ventas) y los puestos administrativos son los que más abundan.

De acuerdo con el criterio de Torrico, «bajo el punto de vista de las personas registradas en nuestro portal el indicador de empleo es alto puesto que son personas con conocimientos de uso tecnológico de la información pero por otro lado hay muchos trabajos técnicos o especializados que no se pueden cubrir por el bajo nivel de escolaridad. Por lo tanto no es la falta de empleo sino la falta de preparación de las personas las que hace que el í­ndice de desempleo aumente», concluyó.

Beneficios del desempleo

Según Karl Marx (como explica en El capital), la fuerza laboral es la medida para calcular el costo de las cosas. Según él, el valor de un producto estaba calculado por tres componentes: la fuerza laboral, el valor de los medios de producción y la plusvalí­a, que era la ganancia que resultaba en el proceso de la compra-venta.

La plusvalí­a empezó a ser el punto clave, ya que si se hací­a más eficiente el proceso, el producto tendí­a a tener más plusvalí­a.

Obviamente, para tener más plusvalí­a, sólo se podí­an tener tres opciones. La primera, disminuir el costo del valor de los medios de producción, lo cual se podí­a hacer con los avances de la tecnologí­a, pero siempre habrá un lí­mite, ya que no se puede vender a menos de este valor.

El segundo consiste en aumentar el valor del producto, lo cual es un recurso riesgoso, ya que el capitalismo también supone competencia, y si un producto es excesivamente caro, no podrá ser vendido.

El tercero es la reducción del costo de la fuerza de trabajo. í‰ste, supuestamente, al igual que el valor de los medios de producción, también tiene un lí­mite. En teorí­a, Marx creí­a que el trabajador tendrí­a la fuerza de exigir un pago justo. O, al menos, si no lo exigí­an, los empleadores tendrí­an problemas para conseguir gente, ya que nadie estarí­a de acuerdo en ganar menos de lo merecido.

Sin embargo, esta ecuación de la plusvalí­a se desniveló, ya que no se contaba con factores externos, y es que las empresas siempre han gozado de un excedente laboral, el cual permite la reducción del costo del valor de la fuerza laboral, ya que el trabajador «acepta» el pago inferior al mí­nimo, dado que es preferible eso que el desempleo.

De esa cuenta, se ha optado por esta estrategia, en lugar de las primeras dos enunciadas. Esto crea más dependencia por parte de los trabajadores, ya que se encuentran imposibilitados de salir de ese esquema. El desempleo, lejos de ser un problema socioeconómico, es una estrategia empresarial.