Año nuevo


Ante la cercaní­a del Año Nuevo son unánimes los deseos de la población por que el mismo sea mejor, distante siempre de lo mismo. La tónica actual indica malestar, carencias múltiples y desaliento, debido a las pérdidas de valores que se protagonizan, similares al vandalismo.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

El sentimiento general aflora cifrando esperanzas por la necesidad de rescatar lo perdido y reencauzar el rumbo que lleva al colapso. Mediante ser hermanos podrá abrirse la puerta ancha de una vida plena, con respeto y dignidad, sin odios, venganzas ni revanchismos.

Sabedores de que será un año electoral de presagios candentes, como ya lo demostró la campaña polí­tica prematura, los deseos multámines de la ciudadaní­a apelan a la vez que los partidos pongan en práctica el civismo, y el fervor patrio sea la tónica que impere a cada momento.

Deseable también resulta un entendimiento entre gobernantes y gobernados, a efecto que prosperen los planes encaminados a lograr sean una realidad los acuerdos acerca de limar asperezas. Ojalá cambie el lamentable epí­logo que cualquier diálogo emprendido no sea jamás de sordos.

De igual manera existen esperanzas para que gane espacios y concluyan los convenios entre partes, verdaderos motores del progreso y desarrollo, como son el capital y el trabajo. La aspiración consiste en un salario mí­nimo justo, hoy en dí­a motivo de fricciones, cuanto antes.

Una vez más los habitantes hacen votos públicos dirigidos a la conciencia de las autoridades, a fin de que impulsen mecanismos cuyo objetivo medular será evitar la escalada de precios, semejante a una soga, de productos, bienes y servicios. Es imposible para la mayorí­a sin recursos monetarios tener la capacidad de obtenerlos.

Punto toral de estos deseos anhelan los connacionales llegue al término la angustiosa ola de violencia, delincuencia y conexos del crimen organizado. Escenas dantescas figuran en el panorama nuestro y claman al cielo minuto a minuto que vuelva la población a su condición de seguridad y confianza, a tiempo de iniciar el Año Nuevo.