Año difí­cil para la familia real sueca


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Un libro acusa al rey Carlos XVI Gustavo de frecuentar los clubes de estriptí­s; la prensa asegura que la reina estuvo al borde de un ataque de nervios: 2011 fue un año duro para la monarquí­a, dijo la familia real en un documental exhibido hoy por la televisión nacional.

Por LOUISE NORDSTROM ESTOCOLMO / Agencia AP

En una serie de entrevistas realizadas por la televisora SVT, la familia real dijo que el libro «The Reluctant Monarch» (El monarca renuente) provocó un asedio periodí­stico sin precedentes que perjudicó a toda la familia, pero al mismo tiempo los unió como nunca.

«Es increí­blemente doloroso», dijo la reina Silvia al describir el efecto de los titulares de prensa según los cuales estaba deprimida y al borde de un ataque. «Claro que estoy decepcionada y triste, pero creo que también me fortaleció».

La princesa heredera Victoria, la mayor de los tres hijos de la pareja real y esposa del prí­ncipe Daniel, dijo que «ha sido un año muy duro. Duele mucho cuando escriben sobre los padres de uno de esta manera brutal».

La princesa de 34 años, que espera su primer hijo para marzo, también expresó preocupación por la manera como el clima mediático podrí­a afectar a su nueva familia. «Me preocupa esta falta de comprensión de la intimidad personal», dijo.

El libro, que apareció a fines del año pasado, dice que el rey tuvo amorí­os a fines de los 90 y que solí­a frecuentar con sus amigos los clubes nocturnos privados de Estocolmo donde los atendí­an mujeres ligeras de ropas. El libro, defectuoso en materia de fuentes y considerado por los crí­ticos como apenas una revista del corazón, también dice que el rey frecuentaba clubes de estriptí­s en viajes al exterior.

El rey ha negado su concurrencia a esa clase de establecimientos.

Pero el escándalo se intensificó cuando uno de sus amigos más í­ntimos, Anders Lettstrom, confesó que antes de la publicación de El monarca renuente trató de averiguar qué dirí­a sobre la familia real, y que para ello usó contactos en el hampa para hablar con algunos de los delincuentes citados por el libro.

Tras la confesión de Lettstrom, varios periódicos suecos pusieron en tela de juicio el valor de la monarquí­a y algunos reclamaron la abdicación del rey.

Carlos Gustavo dijo en el documental que fue difí­cil enfrentar la atención generada por el libro y que «hay que hacerse fuerte y reunir todo el valor que uno posee» para manejar la situación.