En dos semanas concluye el año 2009, que fue marcado por el alto índice de violencia e inseguridad; los delitos de mayor relevancia fueron los asesinatos, los secuestros, los linchamientos y las extorsiones.
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Diferentes instituciones afirman que este año terminará con cifras preocupantes, pues los hechos en mención se agudizan antes que termine 2009, lo que hace pensar que la situación se agravó en comparación con el año pasado.
Según analistas en seguridad, la falta de un verdadero plan de seguridad a implementar, el poco esclarecimiento en las investigaciones y la falta de una política de investigación criminal y de inteligencia civil, así como la impunidad y los constantes cambios en la cartera de seguridad, son factores que no han permitido que la situación se regule.
A decir de dichos grupos, aunque se tomaron medidas de emergencia, que en su momento lograron contrarrestar los problemas, como la restricción de dos personas en motocicleta en ciertos municipios de Guatemala, la aprobación de la Ley de Armas y Municiones, entre otros, éstos fueron efímeros, porque no se erradicó completamente la problemática.
Los profesionales de esta área ven con preocupación que los próximos dos años que le quedan al actual Gobierno, la situación empeore, ya que los altos índices de inseguridad y violencia podrían ser mayores si no se trabaja adecuadamente.
Delitos contra la vida
Un informe presentado recientemente por la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), da cuenta que de enero a octubre de 2009 perdieron la vida 5 mil 482 personas, mientras que el año pasado en la misma fecha murieron 4 mil 756.
El informe destaca que el año pasado se reportaban 17 muertes diarias y en 2009 la cifra ascendió a 20, es decir, el rango aumentó el 6 por ciento, lo que indica que este año es más violento que el anterior.
Los departamentos con mayor número de asesinatos son Guatemala con 2 mil 530; Escuintla con 426 y Petén con 348.
Pilotos y ayudantes
Por su parte, el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), afirma que los pilotos y ayudantes, las mujeres, la niñez y juventud, así como los policías, son las víctimas que sobresalen en esta espiral de violencia.
Actualmente se tiene el registro de 198 trabajadores del transporte urbano y extraurbano asesinados, entre ellos 147 pilotos y 51 ayudantes, aunado a la cauda de viudas, pilotos discapacitados y niños en orfandad.
Las fuerzas de seguridad han argumentado en estos casos, que todo esto se deriva por las extorsiones de parte de pandilleros, que arremeten contra este gremio que hace caso omiso a sus exigencias; también se vincula a los conductores y ayudantes con este delito, así como a reclusos de las diferentes cárceles del país.
Mujeres
Por otro lado, persisten los asesinatos contra mujeres, pues según la PDH, la cifra de personas muertas podría llegar a más de 600.
En varios de los casos, las víctimas son ultrajadas antes de morir, torturadas, mutiladas y su cadáver expuesto en la vía pública.
Según una fuente de la Fiscalía de Delitos contra la Vida del Ministerio Público (MP), algunas de estas muertes responden a riñas entre pandillas, problemas pasionales, ajustes de cuentas, entre otros.
Sin embargo, diferentes organizaciones que velan por los derechos de las mujeres, indican que estas hipótesis deben ser mejor investigadas, pues las víctimas no siempre están vinculadas con actos ilícitos u otros, inclusive se conoce de personas que son asesinadas por la pareja violenta, miembros del crimen organizado y otros.
Niñez y Juventud
Felipe García, del Movimiento Social por los Derechos de la Niñez, la Adolescencia y la Juventud, ve con preocupación que la muerte de 500 personas menores de 18 años, concluya con un repunte.
A criterio del defensor de los derechos de la niñez y juventud, esta cifra sobrepasa al año anterior, sin que haya concluido el año.
El arma de fuego prevalece en dichos asesinatos y en algunos casos, se conoce de ejecuciones extrajudiciales.
Seguridad
Este año, se suma la muerte de agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y del Sistema Penitenciario (SP), los hechos se han perpetrado en diferentes ataques y en algunos casos las víctimas se encuentran fuera de servicio.
Según se indica, este año murieron más de 25 miembros de la institución policíaca, así como 13 trabajadores del SP, entre éstos incluye personal de alto, mediano y bajo rango.
En su momento, representantes del Ministerio de Gobernación (Mingob), afirmaron que la serie de asesinatos fue una respuesta del crimen organizado por las acciones de seguridad implementadas. Los hechos se dieron principalmente con el traslado de reos de alta peligrosidad de las diferentes cárceles hacia Fraijanes II.
Secuestros
Según el GAM, este año se suscitaron por lo menos 141 secuestros, cifra que repunta en comparación con el año pasado.
A criterio de la institución el número podría ser mayor, pues no todos los casos son públicos o notificados.
Por su parte, el comando Antisecuestros de la Policía Nacional Civil (PNC) refiere el combate a las bandas de secuestradores, que inclusive ha cobrado la vida de sus elementos, entre ellos un agente la semana recién pasada.
Extorsiones
Este es uno de los problemas que cobró más notoriedad en últimos días; las víctimas son los transportistas, los pequeños comerciantes, los campesinos y agricultores, entre otros.
Los chantajes económicos provienen de las cárceles, de pandilleros y hasta de propios vecinos y familiares que buscan obtener un beneficio de esta espiral de violencia e inseguridad.
Según se conoce, los afectados han pagado fuertes cantidades de dinero para no ser asesinados, han abandonado sus viviendas y otros hasta han emigrado a otros departamentos o zonas.
Un informe de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) da cuenta que hasta el mes de noviembre se han conocido 1564 casos de extorsión y se han detenido a 253 personas, entre los capturados sobresale una cifra de 74 por extorsionar a domicilios, 51 a negocios y 128 al transporte urbano y extraurbano.
El personal de la institución manifiesta su preocupación por las largas investigaciones que se realizan y las inmediatas liberaciones, que «desechan» el trabajo realizado y que nuevamente pone en peligro a la población.
Linchamientos
Carmen Rosa de León Escribano, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES), dice que los linchamientos no deben ser tolerados y deben ser calificados como un delito, pues por ningún motivo se debe permitir los asesinatos entre sí.
Esto debido a la ola de linchamientos suscitados en lugares como Sololá, Huehuetenango, Mixco y el Bulevar Liberación en la zona 9.
La PNC, por su parte, indica que cuando se dan estos hechos, ellos actúan para evitar que la población mate a los sindicados, pues estos sucesos incurren en un delito e incrementan la espiral de violencia.
Panorama complicado
Según diferentes instituciones y analistas consultados, si se continúa en esta línea de inseguridad, sin duda, la situación se complicará en los próximos dos años que le restan a este gobierno, que es tan parecido al del ex presidente Alfonso Portillo.
Según Mario Polanco, del GAM, entre las similitudes se encuentra el alto índice de inseguridad, la falta de políticas para contrarrestar el problema y la pasividad con que actúan las fuerzas de seguridad.
Por ello, se espera el pronto accionar de las autoridades en este tema que cobra cientos de vidas anualmente, deja viudas y niños en orfandad, que sufren en carne propia las secuelas del dolor.
5,482
muertes violentas
entre enero y octubre de este año
20
muertes violentas
promedio diario en 2009-12-18
198
asesinatos
a operadores del transporte de pasajeros, entre pilotos y ayudantes
600
asesinatos de mujeres
proyección para final del año
500
asesinatos de menores de edad
cifra que alcanzará el 2009. Por lo menos
141
secuestros
reportados en este año
1564
extorsiones
reportadas a las autoridades