Annan pide reunión sobre derechos humanos en Darfur


Guardia. Soldados sudaneses realizan guardia sobre su caballo en las calles de Darfur.

El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, pidió hoy una reunión especial de urgencia del Consejo de Derechos Humanos sobre el conflicto en la golpeada región sudanesa de Darfur, advirtiendo que la credibilidad del Consejo está en juego.


El Consejo de los Derechos Humanos reemplazó en junio pasado a la Comisión del mismo nombre, un organismo desacreditado por sus maniobras entre bambalinas y acusado de parcialidad en sus denuncias de violaciones de los derechos humanos.

«Sólo siendo rigurosos y valientes podréis evitar desilusionar a tantas personas que en todo el mundo recurren a las Naciones Unidas para obtener un apoyo en su lucha por los derechos humanos», dijo Annan en un discurso al Consejo, reunido en su tercera sesión ordinaria en Ginebra.

«Aún no es tarde» para desmentir las «crí­ticas» y los «juicios prematuros» de los que piensan que algunos paí­ses culpables de violaciones de los derechos humanos podrán en lo sucesivo escapar al oprobio internacional, afirmó el secretario general en su mensaje, leí­do por Louise Harbour, Alta Comisionada para los Derechos Humanos.

Para cumplir su misión de custodia de los derechos humanos en el mundo, el Consejo debe evitar en particular caer, como la ex Comisión, en «la fractura entre el norte y el sur, entre los paí­ses desarrollados y los paí­ses en ví­as de desarrollo», advirtió Annan.

El Consejo de Derechos Humanos silenciará a algunos de sus detractores celebrando una sesión extraordinaria sobre Darfur, insistió Annan.

Darfur, una provincia del oeste de Sudán, es ví­ctima de una guerra civil y de una grave crisis humanitaria desde febrero de 2003. Según la ONU, el conflicto ha provocado más de 200.000 muertos y unos dos millones de desplazados.

Desde su creación en junio, el Consejo de Derechos Humanos celebró tres sesiones especiales, todas consagradas al conflicto árabo-israelí­.

Pero éste no debe «monopolizar la atención en detrimento de otros temas que constituyen violaciones tan graves, incluso más graves» de los derechos humanos, según el secretario general, que dejará sus funciones a fin de año.

«El Consejo de Derechos Humanos debe preservar y reforzar el sistema de procedimientos especiales, al tiempo que desarrolla una sólida revisión periódica universal» para revelar las violaciones de los derechos humanos en todos los Estados miembros, agregó Annan.

El Consejo «debe preocuparse por evitar toda innovación que debilite o disminuya la independencia de los procedimientos especiales, o al Alto Comisionado de Derechos Humanos y a su personal», insistió Annan.

De esta forma, el secretario general se puso de parte de los relatores especiales por paí­s, muy cuestionados dentro del nuevo Consejo frente a sus defensores occidentales, ahora muy inferiores en número.

Esta advertencia se produce también luego de la adopción por 30 votos contra 15 y 2 abstenciones de una resolución presentada por Argelia en nombre del grupo africano y que pide la instalación de un «código de conducta» para los relatores especiales.

Los partidarios de este texto esperan así­ acallar a los expertos independientes encargados de examinar la situación de las libertades fundamentales en paí­ses como Cuba o Corea del Norte.

«Tenemos que mirar las cosas de frente: los Estados no son sólo los protectores colectivos de nuestras normas internacionales, sino también y demasiado a menudo, los que violan esas normas», destacó el secretario general.