Angola vota en sus primeras legislativas en tiempos de paz


La campaña electoral oficial habí­a desaparecido hoy de las calles de Luanda, para permitir a los electores una jornada de reflexión, un dí­a antes de las primeras legislativas organizadas en tiempos de paz en Angola.


«Jornada de reflexión», titulaba en primera página el diario estatal Jornal de Angola, exhortando a los ocho millones de electores a ejercer el viernes su derecho a votar.

«El mundo tiene la mirada fija sobre Angola (…) Angola encarna la esperanza de rehabilitación y de democracia en nuestro continente» tras las violencias electorales en Kenia y Zimbabue, escribí­a.

Los autobuses y los otros vehí­culos de propaganda electoral no circulaban, pero en la tentacular metrópolis de cinco millones de habitantes, las banderas del Movimiento para el Cambio Democrático (MPLA) seguí­an flotando.

Las últimas elecciones generales, que se celebraron en 1992 durante una pausa en la guerra civil que sufrí­a Angola desde la independencia en 1975, no pudieron concluir a causa de la reanudación de los combates.

Los rebeldes de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), en la actualidad principal partido de oposición, habí­an rechazado los resultados, que los daban como perdedores. Y la guerra civil volvió a comenzar con más ardor para sólo terminar en 2002 tras la muerte del jefe de la UNITA, Jonas Savimbi.

Esta violencia del pasado, que ha encontrado un eco reciente en las crisis poselectorales de Kenia (diciembre de 2007) y luego en Zimbabue desde marzo, está presente en todos los espí­ritus.

La campaña ha sido apacible y los 1.200 observadores internacionales y nacionales sólo han observado algunos incidentes aislados de violencia.

«Me ha impresionado mucho el hecho de que todos los partidos han llamado a que esta campaña sea tolerante, y han defendido la libertad de expresión y el derecho a escoger», declaró el miércoles a la AFP la eurodiputada italiana Luisa Morgantini.

No obstante, los medias estatales han «otorgado muy claramente mucho más espacio al partido gobernante», recalcó el jefe de misión de los observadores de la Unión Europea (UE).

El jueves, por primera vez desde hace varias semanas, el rostro del jefe del Estado José Eduardo dos Santos, en el poder desde hace 29 años, no aparecí­a en la primera página del Jornal de Angola.

La televisión estatal se abstení­a de hacerle propaganda a las acciones gubernamentales y explicaba a una población ampliamente iletrada cómo votar.

La campaña electoral terminó el miércoles con una verdadera demostración de fuerza del MPLA, que reunió a decenas de miles de militantes al norte de Luanda, en un show estilo estadounidense.

El jefe del Estado, para quien estas legislativas tienen un carácter de prueba antes de los comicios presidenciales, previstos dentro de un año, dejó entrever la posibilidad de una remodelación ministerial: «para cambiar las polí­ticas públicas que no han funcionado (…) debemos sólo cambiar los miembros del equipo que son malos», dijo.