Ancianos asesores rodean al nuevo líder de Norcorea


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No importa adonde vaya el novato líder de Corea del Norte, están ahí: un grupo de canosos militares y funcionarios políticos que siguen a Kim Jong Un como una sombra cuando visita bases del Ejército, asiste a conciertos o acude a escuelas. Mientras Kim Jong Un asume el papel de «comandante supremo» tras la muerte de su padre, estos oficiales pueden verse siempre en segundo plano. Escuchan atentamente mientras su líder habla durante las «visitas de orientación» y están de pie a su lado en las fotos de grupo, sonriendo y aplaudiendo.

Por JEAN H. LEE y FOSTER KLUG PYONGYANG / Agencia AP

Desde la muerte de Kim Jong Il a causa de un infarto cardiaco en diciembre, Kim Jong Un transmitió confianza al asumir. Pero este círculo de veteranos asesores nunca se queda atrás y proporciona al joven liderazgo y experiencia, dejando bien en claro que tienen el respaldo del poderoso Ejército.

El mundo ha estado observando las señales de posibles problemas mientras Kim, quien se cree tiene menos de 30 años, encabeza Corea del Norte sólo tres años después de que comenzó a ser preparado para suceder a su padre.

Su ascenso ocurre en un momento delicado. Kim Jong Il murió mientras los diplomáticos estaban en medio de una negociación con Washington sobre la muy necesitada ayuda para aliviar la carencia crónica de alimentos. También había discusiones entre Corea del Norte y sus vecinos sobre la posible reanudación de las negociaciones para el desarme nuclear de Pyongyang.

La muestra de apoyo por parte de la cúpula militar y política de Norcorea resuelve una importante duda: en la nueva era de Kim Jong Un, los militares mantendrán la misma ascendencia que bajo Kim Jong Il.

Y es claro que estos hombres, muchos de alrededor de 70 y 80 años, seguirán asesorando a Kim Jong Un después de años de trabajar con su padre e incluso su abuelo, el fundador de la nación Kim Il Sung.

La ascendencia del liderazgo «central» se hizo evidente en el funeral de Kim Jong Il, que fue seguido de cerca en Pyongyang y en Seúl y Washington en busca de señales que indicaran quién está en el poder en el opaco sistema político norcoreano.

Ese día, en medio de la nieve, ocho hombres acompañaron la limusina negra que transportaba el ataúd de Kim envuelto con la bandera del país: Kim Jong Un y siete ancianos que representan los más altos niveles del poder político y militar de Corea del Norte.

Al frente de la carroza fúnebre, opuestos a Kim Jong Un, caminaban Ri Yong Ho, vicemariscal del Ejército Popular de Corea del Norte y jefe del Estado Mayor.

Ri ejerce el poder desde su posición en la intersección de tres instituciones cruciales: el Ejército Popular, la Comisión Central Militar del gobernante Partido de los Trabajadores, y el Comité Permanente del influyente Buró Político del partido.

Mientras el Partido de los Trabajadores ha servido como columna vertebral de la estructura del poder desde que Kim Il Sung fundó el país en 1948, Kim Jong Il elevó la milicia cuando asumió como líder tras el fallecimiento de su padre en 1994.

Ri tiene 69 años, de acuerdo con el Ministerio de Unificación de Corea del Sur, que aportó los datos de los otros siete altos funcionarios.

En la procesión fúnebre también estaba su tío Jang Song Thaek y esposo de la hermana menor de Kim Jong Il, Kim Kyong Hui, quien es otra figura importante para el joven líder.

Jang, de 65 años, es vicepresidente de la Comisión de Defensa Nacional, el órgano militar más alto del país. Al parecer, Jang está involucrado en grandes proyectos económicos y supervisa las oficinas de seguridad nacional, de acuerdo con Nicholas Hamisevicz, director de investigación y asuntos académicos en el Korea Economic Institute en Washington. Fue una frecuente compañía para Kim Jong Il en viajes de inspección de campo el año pasado.

Otro asesor es Kim Yong Chun, de 75 años, el ministro de las Fuerzas Armadas Populares y quien, además, controla la logística y entrenamiento militar, de acuerdo con Ken Gause, especialista en temas norcoreanos en CNA, una organización de investigación con sede en Estados Unidos.

Kim Ki Nam, de 82 años, tiene el crédito de orquestar las leyendas que rodean a la familia Kim y es considerado el principal ideólogo del país, según el Instituto Mundial para Estudios de Corea del Norte, con sede en Corea del Sur.

Kim Jong Gak es un destacado funcionario político en el Ejército Popular mientras que U Tong Chuk es un importante oficial de seguridad del Estado.

En la procesión fúnebre también estaba Choe Thae Bok, de 81 años, presidente desde hace mucho tiempo de la Suprema Asamblea del Pueblo y miembro del Politburó que ha encabezado varias visitas de delegaciones norcoreanas al extranjero.

Otros asesores importantes incluyen al premier Choe Yong Rim, de 80 años; Kim Yong Nam, presidente del Presidium de la Suprema Asamblea del Pueblo y simbólico jefe de Estado del país.

También escoltan siempre al nuevo presidente norcoreano Kim Myong Guk, de 71 años, y quien es director de operaciones del Estado Mayor, y Kim Won Hong, un importante funcionario que se dice está a cargo de los nombramientos del personal militar.

«Aunque es posible que Kim disfrute de autoridad real, es su relación con el sistema de apoyo al liderazgo que está a su alrededor la que determinará la flexibilidad que tiene para tomar decisiones», opinó Gause.