Jefes y oficiales de policía de los países de Centroamérica se reunieron ayer en Nicaragua con especialistas de la OEA para analizar la situación de la seguridad ciudadana en la región más violenta del mundo, informaron sus organizadores.
La reunión de dos días fue convocada «para revisar y transmitir las experiencias de las policías comunitarias» en Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras, declaró a periodistas el comisionado Francisco Díaz, subdirector de la Policía nicaragüense.
A la reunión asiste Adam Blackwell, secretario de seguridad multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA), quien abogó por afrontar el tema de la violencia a partir de la atención integral a la juventud.
«Necesitamos un enfoque integral, trabajar en la prevención (del delito) para que los jóvenes tengan oportunidades de educación y vida digna», indicó.
Blackwell dijo que las policías del istmo deben modernizarse y fortalecerse, pero a la vez consideró que es preciso reducir los niveles de exclusión social que llevan a un aumento de la violencia en países con altos índices de pobreza y desempleo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Honduras es el país con el índice más alto de homicidios a nivel internacional (91.6 por cada 100 mil habitantes), seguido por El Salvador con 69.2.
No obstante, Nicaragua aparece como el país con el índice más bajo (9 homicidios por cada 100 mil habitantes), situación que las autoridades atribuyen a la aplicación de un modelo policial «preventivo, proactivo y comunitario», indicó el comisionado Díaz.
El modelo se basa en una alianza de la entidad policial con la población en los barrios, las universidades, los gremios, iglesias y empresas privadas en las tareas de prevención del delito, recordó.
«Nuestro modelo nos ha llevado a ser el país más seguro de Centroamérica y uno de los más seguros de América Latina, con una tasa de homicidios de sólo 9 por cada 100 mil habitantes”, destacó.
Según un estudio elaborado por la ONG, Estado de la Región, entre los años 2000 y 2011 las tasas de homicidio en los siete países centroamericanos casi se duplicaron, al pasar de 22 a 40 casos cada 100 mil habitantes.
Estado de la Región detectó que en América Central, que hoy cuenta con 43 millones de habitantes, se registraron 168 mil homicidios en la última década y el 87 por ciento de ellos ocurrieron en los países del Triángulo del Norte: Honduras, El Salvador y Guatemala.