Expertos consideran que la declaración de culpabilidad del expresidente Alfonso Portillo en un juzgado de los Estados Unidos da la pauta para investigar a otros exmandatarios guatemaltecos que han insistido en mantener y fortalecer las relaciones con Taiwán, país que ahora es el centro de atención por sus prácticas de corrupción.
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El caso del expresidente Alfonso Portillo, quien se declaró culpable del delito de asociación ilícita en una Corte federal en Nueva York, al afirmar que aceptó 2,5 millones de dólares en sobornos para mantener el reconocimiento diplomático de Taiwán, abre las puertas a nuevas investigaciones.
El exmandatario expresó que acordó con banqueros guatemaltecos y otras personas transferir 2,5 millones de dólares a través de bancos en Estados Unidos, y ahora, no falta quienes sospechen que esas prácticas se hayan replicado en otras administraciones de gobierno.
Roberto Wagner, analista independiente, señala que la investigación de otros expresidentes debe ser trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), de tal manera que salga a luz cómo el Gobierno de Taiwán busca seducir a los gobernantes guatemaltecos para mantener el objetivo del reconocimiento de aquel país.
Wagner indica que hay que investigar hasta qué punto se han dado casos como los ocurridos en otros países de Centroamérica, donde se dio la “cooperación especial”, como la ha llamado Taiwán, en referencia de entrega de cheques de fondos públicos taiwaneses a nombre personal de expresidentes de la región en calidad de sobornos, como también es el caso del expresidente Francisco Flores de El Salvador.
Valdría la pena y sería muy honesto de parte de las autoridades guatemaltecas empezar este tipo de investigación, para transparentar la relación con Taiwán, la política exterior y sobre todo, para no dejar lugar a dudas sobre el accionar de otros gobiernos, considera el analista.
Por su parte, el excanciller Gabriel Orellana indica que es posible una investigación a los expresidente de Guatemala, porque beneficiaría a quienes dicen no haber recibido los aportes, pero aclara que falta ver qué pruebas quedan disponibles para poder investigar.
No obstante, Orellana –canciller en el gobierno de Portillo– considera que no hay que ser tan tajantes al analizar que el interés de los expresidentes haya sido obtener sobornos de Taiwán para mantener el reconocimiento diplomático de ese país, porque hay que realizar un análisis de la disyuntiva de muchos Gobiernos de optar por la República Popular de China o por China-Taiwán
Además dice que las relaciones con la República Popular de China bien podría ser un acondicionamiento por parte de los Estados Unidos, por lo que hay que tener cuidado con esa problemática.