Analistas consideran que es conveniente buscar a nuevos socios, como la República Popular de China, luego que se reconociera abiertamente por un exmandatario que las relaciones entre Taiwán y Guatemala estaban sustentadas en la corrupción.
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Cristhians Castillo, del Instituto de Problemas Nacionales de la Usac, indica que Costa Rica dio el ejemplo en el área centroamericana de priorizar la relación económico-comercial y política con China continental, porque representa un mercado más amplio, que genera más oportunidades para el comercio y que tiene menos intereses configurados respecto a la política internacional.
De momento Guatemala no tiene relaciones diplomáticas con China continental, aunque cada vez crecen más los vínculos económicos y comerciales con ese país, que se posiciona como una potencia predominante en las próximas décadas.
En el caso de Taiwán, el escándalo que salió a luz en El Salvador y Guatemala demuestra que la política taiwanesa ha comprado los apoyos en el ámbito internacional para su reconocimiento en las Naciones Unidas, lo que distorsiona las relaciones internacionales, expresa Castillo.
Por su parte Geidy de Mata, directora de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos de Guatemala, indica que en este caso debe establecerse una política exterior en la que no se prioricen los intereses personales y particulares en detrimento de la imagen de un Estado.
Entretanto, Renzo Rosal, director de Incidencia Política de la Universidad Rafael Landívar, indica que la relación con Taiwán ha sido una apuesta de varios gobiernos a costa de ceder una serie de concesiones y ahora con el caso del expresidente Alfonso Portillo esta esa teoría se refuerza.
Rosal se refiere concesiones como la obligatoriedad por la cooperación que Taiwán da a Guatemala de ser leales con ese país y apoyarlos unilateralmente en algunas decisiones.