Independiente de la opinión individual que cada guatemalteco tiene derecho a tener, el análisis y las consecuencias que provienen de la forma y resultados de los votantes en las diferentes papeletas que dan las elecciones del 11 de septiembre, es conveniente que los ciudadanos, especialmente quienes son parte y militan en los diferentes partidos políticos, en grupos de poder y en organizaciones de la sociedad civil, deben efectuar para así comprender lo que se deriva implícitamente de las elecciones y sus resultados.
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Ninguno de los binomios presidenciales obtuvo el número de votos que las diferentes encuestas durante meses les atribuían. Es más, si sumamos el número de votos obtenidos por los dos binomios que pasan a la segunda vuelta a realizarse el 6 de noviembre y los comparamos con el número de votos que obtuvieron los demás binomios, incluyendo los votos nulos y en blanco, muchos de los cuales en buena parte son el producto de un planteamiento concreto de la señora Sandra Torres, a quien no se le permitió participar en la elección, matemáticamente se comprueba que son más los votos emitidos que no favorecieron a los dos binomios que mantienen vigente su aspiración a presidir el Gobierno de la República, a partir del 14 de enero del año entrante.
Como ha acontecido después de concluida la primera vuelta, ambos binomios están en la obligación de sumar y lograr el apoyo de los diferentes partidos políticos y ante todo de los votantes que en la primera vuelta no votaron a favor de uno u otro de los binomios que han quedado como competidores para la segunda vuelta o balotaje.
En una situación muy parecida a la que aconteciera en la segunda vuelta entre Jorge Carpio y Jorge Serrano, las probabilidades de uno u otro binomio son distintas. El Partido Patriota cuenta con mayor infraestructura partidaria y eso se refleja en más de cien alcaldes que le reconoce el TSE haber ganado y la mayoría de medios de comunicación social escritos.
Sin embargo, no debe de autoengañarse por el hecho que en la mayoría de distritos electorales logró más votos que los obtenidos por el Partido Lider, por cuanto si la infraestructura partidaria de UNE-Gana se llega a sumar con el Partido Lider la deficiencia de estructura a nivel de distritos electorales se ve totalmente resuelta. Igualmente sucedería si los votantes que obtuvieron Lider y UNE-Gana, estos últimos para diputados, se unen, por cuanto entonces Baldizón y Raquel Blandón estarían logrando más de dos millones de votantes a todo lo cual debe considerarse que los cuatrocientos mil votos y fracción que se inclinaron por favorecer a UCN son más proclives de votar por el Partido Lider que por el Partido Patriota.
Además debe considerarse que el voto de Creo se dividirá entre ambos binomios contendientes, muchos de estos votantes rechazan los antecedentes y formación de Otto Pérez, otros como Rodolfo Neutze son parte de la supercúpula empresarial.
Los simpatizantes y votantes de Harold Caballeros (Viva-Encuentro por Guatemala), de Juan Gutiérrez (PAN) y demás votantes de los diferentes binomios se dividirán lo cual hace que las probabilidades de una reñida lucha para ambos binomios sea más que evidente.
Adicionalmente a los movimientos y alianzas políticas el mensaje que se traslade a la población a través de la estrategia de comunicación será determinante, cada día es más evidente que ya no bastan las fotos retocadas, las canciones pegajosas, especialmente con la juventud que quiere asegurarse una Guatemala distinta a la que se ha vivido en el Gobierno que concluye y en el Gobierno empresarial de Berger.
Continuará.