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Amo
el silencio
horizontal del musgo
que se prende
inequívoco
en la escondida fuerza de la piedra
receptora del paso
de los siglos
Amo la resonancia
del caracol
identificado con la huella
que dejaron
las renovadas olas
del mar
Amo
el inmóvil surco
que acoge en sus entrañas
el germen devenido
en grano
Amo
la vertical caída
de la lluvia
cuando la tarde
está por entregarse
en los pliegues de la noche
Amo
la simple gota de agua
que ineludiblemente
se desliza
en la fría superficie
del vidrio indiferente al viento
Amo
el golpe del martillo
empuñado por el hombre
accesible
al espontáneo
compromiso del sudor
en la palma de la mano
Amo
las cinco vocales
y las demás letras del abecedario
que me permiten
pronunciar todas las palabras
que preceden
al fin de la existencia
Amo
la lenta incertidumbre
de los que piden a Dios
un puerto ajeno
para dejar tranquilo
el escarnecido
peso de sus penas
Amo
mi propio corazón
porque ha sabido amar
la efímera longitud
del verso
que nunca pudo repetirse
en la aterrada lejanía
del espacio
Amo
tu amor y el mío
navegando
bajo el compás
de una vieja barcarola
que se mece
en la aurora de tus labios
Te amo
amor
porque si no te amara
de todos modos
te amaría
(2007)