Amigos de lejos


Hay quienes no saben que cuentan con amistades de muy larga distancia, de infinita distancia, de distancia inmortal. Amigos de sabias palabras que resplandecen la vida de uno aunque sea por un momento.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

He estado leyendo a mis escritores favoritos, Garcí­a Márquez, Benedetti y Saramago. En determinado momento cuando leo alguna de sus ideas, cuando disfruto absorta en la lectura. Me digo a mí­ misma, que estos hombres, amantes de la vida, definitivamente que son mis amigos aunque estén muy lejos.

Me hacen sonreí­r, a veces llorar, me ilusionan sus ideas, me admiran sus palabras. Me siento en comunicación con ellos cuando disfruto de leerlos. Pienso, que me hubiese gustado y gustarí­a de conocerlos en persona. Aunque, no sé, si el contacto directo con ellos me eclipsara el encanto que la imaginación me proporciona.

Puedo verme tomando un café, compartiendo una pequeña, muy pequeña lectura. Oyendo sus voces, mirando sus rostros y en definitiva sintiendo. Tomando nota de cada frase, desde la más pequeña y reflexionando cada una de sus palabras.

Lo que más admiro de estos escritores es el efecto que causan sus palabras en mí­ y en tanta otras personas. Su lenguaje pareciera que va dirigido a quien le lee. Y uno se tima, porque cree que solamente es un privilegio para sí­.

Otra cosa que admiro es el sentir la vida en las palabras y los libros tomando vida. Es un intercambio entre almas. Un intercambio humano y humanizante en el cual no hay desprecio por ninguna forma de creer. Con ellos se puede conversar a lo interior del amor, del desamor, del odio, de la esperanza, de la desesperanza, de la alegrí­a, de la lujuria y del pecado, pero también, de la tristeza y de muchas otras cosas más. Sin juzgamiento de los sentires, sin prejuicios, pero también, con sencillez y honestidad.

Tengo amigas y amigos de carne y hueso. Pero estos amigos de lejos me gustan también. Aprendo y desaprendo al leerlos. Sus pensamientos filosos son desbordantes, lo que les confiere magia y aún en su muerte dejan vida en la vida.

Hay quienes dicen que no tienen amigos, yo pienso que siempre se tienen amigos, algunos de lejos y otros de cerca. Unos y otros son de importancia. Algunos nunca se enterarán de que los hemos admitido entre nuestro cí­rculo más cercano de amistades, aunque, se encuentren muy pero muy lejos. Agradezco la oportunidad en mi vida de contar con estas diferentes clases de amistades.