American Ballet salda en Cuba «deuda cultural»


Estrellas del American Ballet Theatre expresaron ayer que actuarán hoy en La Habana, por primera vez en medio siglo, para saldar una «deuda cultural» con Cuba y contribuir a un acercamiento entre la isla comunista y Estados Unidos.


«Es un honor inmenso para el American Ballet estar aquí­ (…), venimos con una deuda cultural para terminar con todas las diferencias a nivel cultural» entre Cuba y Estados Unidos, dijo en conferencia de prensa el ex bailarí­n Kevin Mckenzie, quien dirige la compañí­a desde 1992.

La prestigiosa compañí­a estadounidense, que llegó el domingo a La Habana, se presentará el miércoles y jueves en el teatro Karl Marx, de 5.000 butacas -ya agotadas-, en el marco del XXII Festival Internacional de Ballet, dedicado a los 90 años que cumplirá en diciembre la legendaria bailarina cubana Alicia Alonso.

«Nada puede unir las civilizaciones de una manera más clara que el arte», añadió McKenzie, y aunque consideró «difí­cil» predecir el impacto que tendrá en su paí­s el viaje a Cuba del American Ballet (ABT), auguró que serán «las mayores consecuencias positivas en el futuro».

Directores artí­sticos del ABT explicaron que la compañí­a no viajaba a la isla desde 1960 -cuando se presentó en el primer festival organizado por Alonso- porque «históricamente no ha sido fácil viajar a Cuba», además de que la preparación de una visita es onerosa.

El American, que bailó por primera vez en la isla en 1947, es considerada la escuela donde Alonso, quien fundó y dirige desde 1948 el Ballet Nacional de Cuba (BNC), alcanzó su maestrí­a artí­stica y saltó a la fama.

McKenzie destacó que la compañí­a tiene una «conexión en cuerpo y figura» con Alonso y que todos los bailarines del ABT, que representan una «mezcla de culturas y energí­as», «están orgullosos de hacer este viaje».

«Es un gran honor estar aquí­, primeramente por Alicia, que sentó pautas dentro del ABT (…) Poder estar en Cuba y compartir es una oportunidad maravillosa que todos agradecemos», dijo la afamada bailarina Julie Kent.

El cubano José Manuel Carreño, quien lleva 15 años con el ABT, destacó que «es un sueño hecho realidad que el pueblo cubano pueda deleitarse» con esa compañí­a, que tiene bailarines con «una versatilidad y una forma de moverse que es única», y que, a su vez, están rindiendo homenaje a Alonso en La Habana.

En su repertorio el ABT incluirá la obra antológica «Temas y variaciones», creada especialmente por el coreógrafo George Balanchine para Alonso, que la estrenó el 26 de noviembre de 1947 en el City Center Nueva York; «Francy Free», otros de los emblemas de la compañí­a, y «Siete sonatas», una pieza más moderna.

«El programa fue creado con la idea de que estamos celebrando los 90 años de Alicia», explicó McKenzie.

Alonso, quien recibió en junio en Nueva York un primer homenaje del American Ballet, invitó en septiembre al presidente estadounidense Barack Obama a acudir con su familia al festival, y el viernes, al recibir el premio de la Fundación Galina Ulánova, destacó la trascendencia del viaje del ABT a la isla.

El intercambio cultural entre ambos paí­ses, sin relaciones desde 1961, mejoró con la llegada de Obama a la Casa Blanca, luego de tocar fondo en 2004, cuando el gobierno de George W. Bush casi lo eliminó.

El jefe de Relaciones Internacionales del BNC manifestó que la compañí­a seguirá invitando a figuras del ballet norteamericano para que «traigan un mensaje de paz y amistad entre los dos pueblos». «Estamos en una nueva etapa que esperamos dure mucho», subrayó.