«América para los?» (II)


Un Congreso y un Senado mayoritariamente demócrata ?en sus primeras horas de actividad del 2007? ha aprobado en la Cámara Baja la iniciativa del representante George Miller que eleva el salario mí­nimo de US$ 5.15 ?actual? hasta US$7.25 por hora en el 2009. Esta acertada medida para favorecer a quienes valoran el trabajo y benefician con ella a los empleados más pobres, es un preámbulo al hecho que la nueva legislatura demócrata debe actualizar las leyes de inmigración y las normas de trabajo temporal con la capacidad y habilidad que le ha permitido ser el paí­s más atractivo del mundo. Para mantener las condiciones económicas y sociales que goza actualmente su población, deben de encontrar y adoptar urgentemente las disposiciones legales que les permitan a unos y a otros, ser mutuamente convenientes así­:

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

En la industria, la mano de obra de los latinos es el mejor factor para poder producir y competir contra los enormes retos que significa China Continental.

En la agricultura, no se puede ignorar la habilidad y predisposición de la mano de obra agrí­cola latina que permite, por su eficiencia y dedicación, una mayor productividad en el cultivo de verduras, frutas y legumbres en California, Florida y otros Estados predominantemente proveedores de alimentos en el mercado doméstico e incluso en el mercado de exportación norteamericano.

En la salud, la mayorí­a de los hospitales requieren de médicos, enfermeras y paramédicos de terceros paí­ses. En Houston, Nueva York, Cleveland y clí­nicas como la Mayo, si se analizara su personal de planta, encontrarí­amos latinoamericanos, hindúes, filipinos en porcentaje igual que norteamericanos, hecho que les permite mantener el más alto nivel de investigación y de servicios curativos para beneficio del pueblo norteamericano e incluso para el mejor ingreso de las instituciones hospitalarias, como consecuencia de los servicios que nos prestan a los extranjeros.

En la construcción de viviendas, parte del sueño americano, se hace más viable y permite adquirir una casa, un departamento, a menores costos, por esa mano de obra que los inmigrantes representan.

En la seguridad social, en los Estados Unidos de Norteamérica y ante todo sus dirigentes polí­ticos, deben comprender que poco a poco, ese paí­s va a sufrir el mismo fenómeno que está sufriendo Europa, como es la baja tasa de natalidad, hecho que redundará en los programas de seguridad social, en los planes de retiro de quienes son hoy la fuerza productiva.

En la seguridad nacional, el privar a América Latina de las remesas familiares es privarla de la mayor ayuda al combate a la pobreza y a la extrema pobreza. La falta de oportunidades significa la radicalización de las ideas, el fomento al narcotráfico.

La combinación entre el capital y la tecnologí­a de los Estados Unidos, con la mano de obra de los inmigrantes, son una fórmula de éxito garantizado. Esa es una nueva alianza para el progreso.

Continuará.