América Latina es un lugar para invertir con «menos riesgos» que en el pasado y que tiene un «futuro brillante» a partir de su potencial humano y de desarrollo tecnológico, indicaron ayer empresarios españoles en un foro económico organizado en París.
«Creo que estamos frente a un futuro brillante», dijo el director general de asuntos corporativos de la empresa española Telefónica, Diego Molano, al referirse al panorama que vislumbra de cara a los años venideros, en el marco de un debate sobre «Nuevos modelos de negocios» del II Foro Económico América Latina y Caribe.
«El capital humano es fundamental. Un continente con gente joven, un gran potencial, unido al otro potencial que es la tecnología nos puede hacer dar el gran salto», explicó Molano al argumentar su vaticinio en este encuentro convocado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el ministerio de Finanzas francés.
En particular, Molano resaltó el gran desarrollo de América Latina tanto en materia de telefonía móvil como en extensión de la tecnología de la banda ancha para las conexiones internet.
«Hoy en materia de telefonía móvil algunos países tiene penetración de más del 100%, es decir que hay más de un teléfono por persona. En banda ancha, estamos creciendo no sólo en número de usuarios sino también en calidad», indicó.
Pero si el futuro es prometedor para algunas empresas implantadas desde hace tiempo en la región, otras advirtieron de los riesgos y desafíos que implica la poscrisis, por ejemplo a nivel de acceso al dinero necesario para sustentar las inversiones en materia de infraestructura que requiere América Latina.
«Hay menos dinero y hay mas adversión al riesgo. La deuda privada se ha sustituida por deuda pública, pero esto no es sostenible a largo plazo», afirmó un director de la empresa española Ferrovial, Enrique Fuentes.
Según Fuentes, cuyo grupo gestiona unos 1.500 kilómetros de autopistas en Chile, entre otros negocios, «los actores principales tradicionales están teniendo mucho mas difícil acceder a la financiación» de proyectos de infraestructura.
Otro punto que ha preocupado históricamente a los empresarios extranjeros en América Latina es la seguridad jurídica e institucional, aunque en general esta vez el balance fue más bien positivo.
«Las reglas del juego, aunque tienen que mejorar, han permitido que las inversiones tengan presencia», dijo en ese sentido Jesús Banegas, vicepresidente de la Confederación española de Organizaciones Empresariales (CEOE).
Durante su presentación, Banegas destacó que «todos los países, salvo algunos remolones, han comenzado a practicar la ortodoxia económica y todos esos países se han desarrollado muy bien».
«Los países que se descuelgan de estas prácticas sufren más pobreza que los que se acogen a la ortodoxia», indicó.
En la misma sintonía, José María Calvo, responsable de desarrollo corporativo y regulación de la compañía eléctrica española Endesa, destacó que la región tiene en ciertos casos mejores estándares regulatorios que algunos países europeos.
«La regulación en países europeos en el sector eléctrico es mucho menos sofisticada que la que tenemos en Chile, México o Brasil», señaló este responsable de la «primera empresa eléctrica privada en América Latina».
«La calidad de las instituciones ha sido un elemento fundamental en el éxito de nuestras operaciones. Hay muchos menos riesgos que hace algunos años», añadió, aclarando que hay países en los que esta cuestión «ha empeorado».
España ha invertido «150.000 millones de euros» (unos 220.000 millones dólares) en América Latina -principalmente en banca, telecomunicaciones, energía e infraestructura- entre 1993 y 2009, lo que lo coloca en segundo lugar detrás de Estados Unidos, según cifras brindas durante el foro.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) revisó hoy al alza sus proyecciones de crecimiento para América Latina para este año, que situó en 3,7%, contra 2,9% en octubre.
Esta estimación del FMI estuvo en sintonía con las previsiones para la economía mundial: este año se prevé un crecimiento de 3,9%, contra 3,1% previsto en octubre pasado.
Brasil, la gran locomotora de la economía regional, crecerá este año 4,7%, estimó el FMI, que en octubre preveía un alza más modesta, de 3,5%.
La otra gran economía latinoamericana, México, país que fue duramente afectado por la crisis mundial por su estrecha relación económica con Estados Unidos, crecerá este año 4,0%. En su anterior previsión, el FMI consideraba que México crecería 3,3%.
El FMI estimó que para 2011, la región, que en su conjunto resistió bastante bien los embates de la crisis mundial, debería experimentar un crecimiento de 3,8%.
«Los marcos económicos más sólidos y las rápidas medidas han ayudado a muchas economía emergentes a amortiguar el impacto del shock externo sin precedentes y a volver a captar flujos de capital», indicó el FMI.