Microsoft lanzó ayer en México, por primera vez en América Latina, su nuevo teléfono inteligente Windows Phone 7 con el que quiere arrebatar mercado a sus competidores Nokia y Blackberry.
«Hoy (martes) ya estamos en México y a partir de enero iremos a más países de América Latina. Y antes de final de año estaremos en toda la región», explicó Hernán Rincón, presidente de Microsoft América Latina, en entrevista con la AFP en la capital mexicana.
En México, la compañía fabricante del celular es LG, y en breve también Samsung, y el operador es Telcel, compañía del magnate mexicano Carlos Slim, la primera fortuna del mundo por encima de Bill Gates, fundador de Microsoft.
El Windows Phone 7, que en México cuesta desde los 4.000 pesos (unos 320 dólares), ya fue puesto a la venta en octubre en Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa.
Rincón no adelantó cuáles serán los siguientes países donde será difundido el aparato multimedia pero recalcó que las prioridades son Brasil, Colombia, Argentina y Chile por la amplitud de sus mercados.
«Cada año se venden en América Latina aproximadamente 170 millones de teléfonos celulares nuevos y sólo el 11% de ellos son inteligentes. Pero todos los que no son inteligentes, serán reemplazados por ellos en los próximos tres años», avanzó el ejecutivo del gigante informático.
Según sus propias cifras, Microsoft actualmente controla el 18% del mercado latinoamericano de celulares inteligentes. Esta cifra está por debajo del 35% del Symbian de Nokia y del 30% de Blackberry y por encima del 5% del Iphone.