Cuando finalizaba el siglo XX, en Europa se da un giro cualitativo en cuanto a aplicación de políticas públicas se refiere, las cuales, comienzan a sostener una estrecha relación con acciones económicas puntuales. Es en este momento donde nace la “tercera vía”, calificativo que surge derivado de la necesidad de nombrar a este conjunto de implementaciones, mismas que oscilan entre lo que es conocido como la izquierda y derecha.
La tercera vía es creada con la intención de que se constituya en un híbrido, en donde trate de rescatarse lo mejor que aporta la economía de mercado y la economía planificada, siempre con la finalidad de hacer de la gestión pública un instrumento de empuje y no de un obstáculo más para el desarrollo de los países. Lo anterior lo entendieron algunos mandatarios en América Latina, es por ello, que también en la región comienzan los esfuerzos por aplicar este tipo de políticas, en donde Ricardo Lagos y Fernando Henrique Cardoso, se constituyeron en parte del grupo de exmandatarios que promueven este tipo de forma de Gobierno.
En la actualidad, en Sudamérica aún se discute en algunos países si estos son los pasos a seguir para alcanzar el tan anhelado desarrollo para las mayorías de esos lugares. Para ejemplificar lo anterior, es importante revisar el caso colombiano, puesto que es en esta nación donde emerge en estos momentos, la discusión del cambio de dirección hacia un modelo que contemple un Estado hasta donde sea necesario y un mercado que actúe hasta donde sea posible, como bien lo promueve la tercera vía.
Unas semanas atrás se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Colombia, en donde los contendientes Santos y Zuluaga protagonizaron una cerradísima lucha en los distintos espacios de debate que se facilitaron, lo que concluyó con una apretada victoria de Santos en las urnas. Después de su segunda proclamación consecutiva, el reelecto presidente colombiano reavivó el debate internacional del tema en la última semana de junio, en donde participaron el ex primer ministro británico Tony Blair y los referentes latinoamericanos como lo son Cardoso y Lagos, entre otras más personalidades. Llama la atención que, el mismo Santos, es un defensor y creador de literatura que se refiere a la tercera vía, es decir que 11 años antes de ser electo por primera vez presidente, él escribió su libro llamado “La Tercera Vía: una alternativa para Colombia”, en donde posicionó fuertemente sus posturas ideológicas.
Como siempre, a este tipo de análisis no puede escapar Guatemala, porque además de ser miembro de la sociedad latinoamericana, también padece similares adversidades, las cuales se manifiestan más intensamente en algunos escenarios y en otros probablemente se ha mejorado sustancialmente en comparación a los vecinos. Lamentablemente, percibo que en nuestro país aún no definimos a que le apostamos, no sabemos hacia donde encaminar las políticas económicas integrales, porque todavía se sostiene un tímido debate en torno a lo que debe aplicarse y lo que no; haciendo de esto una tarea mucho más difícil. En conclusión, países sudamericanos no poseen ventajas inalcanzables, porque en algunos aspectos padecen más que Guatemala, pero es un gran avance para ellos establecer seriamente a que se le apuestan, y es por ahí donde debe empezar el cambio que la región necesita.