América Latina crecerá un 4,1% este año y en 2011, aseguró este miércoles el Fondo Monetario Internacional, quien destacó que es una de las regiones que mejor se está recuperando de la peor crisis económica desde la II Guerra Mundial.

«Tras haber capeado la caí­da mundial relativamente bien, la región latinoamericana muestra una fuerte recuperación», explicó el Fondo en su informe semestral de previsiones económicas.

«Más equilibrado que en muchas otras áreas, el crecimiento de la región se apoya tanto en la demanda externa como interna», explicó el texto.

La combinación de polí­ticas de estí­mulo, de sistemas financieros y cuentas públicas saneadas y de altos precios de las materias primas ha contribuido a ese comportamiento.

Atrás quedaron los temores a una profunda recesión que el Fondo sugirió hace exactamente un año, en plena tormenta de los mercados y escasez de crédito.

Los paí­ses que registrarán mayor crecimiento en 2010 son Perú (6,3%) y Brasil (5,5%).

En el lado opuesto se halla Venezuela, con una caí­da prevista del 2,6% de su Producto Interior Bruto, el peor registro de la región, debido en parte a sus graves problemas de abastecimiento energético.

México, un paí­s que cayó un 6,5% en 2009, destaca en cambio con una sólida recuperación del 4,2% para 2010.

«La recuperación será especialmente fuerte en los paí­ses exportadores de materias primas y en las economí­as integradas financieramente», lo que representa dos tercios de América Latina en estos momentos, destaca el Fondo.

Incluso Chile, que sufrió un terrible terremoto, crecerá en torno a un 4,75%, gracias a las buenas polí­ticas públicas de apoyo y los esfuerzos de reconstrucción.

El Caribe, con un crecimiento del 1,5%, muestra un comportamiento más débil a causa de la caí­da del turismo y de las remesas, lo que confirma la fuerte dependencia estructural en esa zona.

En general, el panorama optimista en América Latina sólo podrí­a verse obstaculizado por circunstancias ajenas a la región, como una nueva desaceleración en los paí­ses más desarrollados y una caí­da de los precios de materias primas.

Pero también hay riesgos de un sobrecalentamiento debido a condiciones internas en los paí­ses, que podrí­a generar grandes flujos de entrada de capital extranjero, advierte el Fondo.

El desafí­o para los paí­ses emergentes es «como acomodar de la mejor manera» esos flujos inesperados de capital, que pueden desequilibrar la balanza corriente de un paí­s, explicó en rueda de prensa Olivier Blanchard, jefe economista del Fondo.

«Para muchos de los principales protagonistas en la región, el tema central es cómo y cuándo abandonar las polí­ticas macroeconómicas complacientes», añadió el informe.

En el caso de Brasil, las autoridades deberán prestar particular atención «tan pronto como los riesgos de un recalentamiento (…) se conviertan en una preocupación», explicó el texto.

Brasil parece estar cerca del punto en el cual las presiones inflacionarias están creciendo, por lo que el Fondo le sugiere una polí­tica monetaria «ágil» y lista para reaccionar.

La polí­tica monetaria de los paí­ses con mayores posibilidades de recuperación acelerada ha sido muy pro cí­clica hasta ahora, y deberí­a cambiar rápidamente a un tono más neutral de ser necesario, sugiere el Fondo en el texto.

Las previsiones de crecimiento mundial son de un 4,2%, de Estados Unidos un 3,1%, de la zona euro de un 1% y de Japón un 1,9%.