Amatitlán sufre inundaciones cada invierno


Vecinos de poblados y aldeas aledañas al lago de Amatitlán sufren de inundaciones por la acumulación del agua, a consecuencia del abrir y cerrar de las compuertas del rí­o Michatoya. Inserto: una imagen del lago, tras el paso de la tormenta Agatha. JOSí‰ OROZCO

La temporada de invierno afecta todos los años a Amatitlán, principalmente a las personas que viven en zonas aledañas a la cuenca del lago, quienes sufren las inundaciones por la acumulación del agua que provoca el abrir y cerrar las compuertas del rí­o Michatoya.

Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt

Cada año la situación es similar, la lluvia causa inundaciones y afecta a varias personas. Actualmente hay unas 300 casas, que representan la mitad de viviendas del sector.

Sin embargo, cuando se suscitan fenómenos naturales más fuertes como el Mitch o recientemente la tormenta Agatha, puede ser que en todo el invierno las viviendas permanezcan inundadas y el agua no baje, sino hasta octubre o noviembre, cuando concluye esa época del año.

En el caso de Agatha, sucedió que el Instituto Nacional de Electrificación (INDE) mantuvo las compuertas cerradas aproximadamente una semana y 15 dí­as después del fenómeno, lo que causó la crecida del lago e inundó varias aldeas de los municipios cercanos.

Hugo Chamo, superintendente de Operación y Mantenimiento del INDE, explica que la situación se origina en el Zanjón Malena, que guarda gran cantidad de sedimentación (basura, ramas de árboles, arena etc) cuando llueve, lo cual perjudica al rí­o Michatoya, que conecta con el lago de Amatitlán y lleva el agua a la planta Jurún Marinalá.

Chamo dice que para sobrellevar la situación monitorean todos los dí­as el zanjón, regulan las compuertas de acuerdo al flujo de agua en el Michatoya, pero esto se complica, porque aunque cierren y abran esas entradas, de igual forma afecta a los diferentes poblados que viven cerca del lago del lago y en la parte de relieve del mismo; cualquiera de las dos decisiones va a provocar inundaciones, indica.

A decir del entrevistado, todos los dí­as hacen un monitoreo, principalmente en invierno, el dragado se realiza en base a un análisis del INDE sobre la tipografí­a e hidrologí­a y si fuera muy necesario puede efectuarse diariamente.

La fuente indica que anualmente se realiza una planificación, en la que de antemano se conoce que el problema se encuentra en el zanjón, para ello la institución se prepara con maquinaria adecuada (retroexcavadoras y otras) para prever situaciones muy fuertes como Agatha.

De acuerdo con el ingeniero y presidente del Comité del Lago de Amatitlán, ílvaro Mirón, después de diez dí­as de dragar (limpiar) el rí­o Michatoya, que fue afectado por la gran cantidad de arena que cayó, el Instituto Nacional de Electrificación (INDE), abrió las compuertas desfogando un caudal de 10 metros cúbicos por segundo, lo que equivale a 864 mil metros cúbicos en 24 horas.

Según Mirón, con ese caudal supuestamente el lago debe bajar 6 centí­metros diarios, en el caso de que no siga lloviendo en la cuenca, sin embargo, como la lluvia continúa en lugar de que baje el lago, sube más.

El profesional explica que la cuenca del lago tiene 380 kilómetros cuadrados y cuando llueve se acumula un milí­metro más, lo cual da como resultado unos 380 mil metros cúbicos de agua, que son depositados en el lago que tiene 15 metros cuadrados, esto hace que el nivel del lago suba 2.5 centí­metros.

En la tormenta, según datos del Instituto Nacional de Sismologí­a, Vulcanologí­a, Meteorologí­a e Hidrologí­a (Insivumeh), llovieron 50 milí­metros, en la cuenca causó que el nivel del lago subiera 1.25 metros cuadrados, sobre el nivel que tení­a el lago en ese momento.

Hoy en dí­a la situación es similar, porque el agua no ha bajado y varias personas continúan afectadas por la situación.

Recientemente Diario La Hora, visitó algunas aldeas ubicadas cerca del lago, donde entrevistó a varias familias con problemas de inundación.

Rodrigo Villeda, residente de la aldea El Zapote, en Villa Canales, lamentó como su vivienda fue inundada por el agua, donde perdió varios bienes materiales y permaneció en casa de una vecina hasta esperar que el problema fuera regulado.

Guardianes de viviendas del sector, también indicaron que la lluvia causó daños en esas casas, principalmente con el paso de la tormenta Agatha.

Mainor Orellana, alcalde de Amatitlán, opina que la situación ha mejorado y que durante su gestión (más de dos años) ha previsto evitar inundaciones, sin embargo la fuerza de Agatha causó varios estragos y es por ello que se mantienen a la expectativa para evitar alguna situación similar.

Según el jefe municipal la situación de abrir y cerrar las compuertas es muy compleja, debido a que cualquiera de las dos decisiones a tomar, causa riesgo de inundación para los diferentes poblados, sin embargo, las instituciones encargadas de regular las mismas, toman decisiones técnicas para evitar daños en general.