La estadounidense Amanda Knox dijo hoy con lágrimas en los ojos ante una corte de apelaciones de Italia que ella no mató a su compañera de cuarto, solicitándole al tribunal que la absuelva a fin de que pueda volver a Estados Unidos tras estar cuatro años en la cárcel.
El tribunal inició sus deliberaciones momentos después.
Knox, de 24 años, hizo pausas frecuentes para recuperar el aliento y se esforzó por contener las lágrimas mientras hablaba en italiano a los ocho miembros del jurado dentro de un tribunal atestado de gente, pero logró mantener la compostura durante su alocución de 10 minutos.
«He perdido a una amiga en la peor forma, la más brutal e inexplicable», dijo acerca del homicidio en 2007 de Meredith Kercher, una británica de 21 años que compartía un apartamento con Knox cuando ambas eran estudiantes en Perugia. «Estoy pagando con mi vida por cosas que no hice», aseguró.
Knox y el codemandado Raffaele Sollecito, un italiano que fue su novio, fueron declarados culpables en 2009 de violar y asesinar a Kercher, que murió apuñalada en su recámara. Knox fue sentenciada a 26 años de cárcel y Sollecito a 25. Ambos dicen ser inocentes.
«Nunca le he hecho daño a nadie, nunca en mi vida», afirmó Sollecito el lunes en sus palabras ante el jurado.
El juez Claudio Pratillo Hellmann dijo que las deliberaciones del jurado se extenderían al menos hasta las 1800 GMT.
Se espera que la madre, la hermana y un hermano de Kercher estén presentes en la corte a la hora del fallo. Han expresado su preocupación ante la posibilidad de que Knox y Sollecito sean absueltos.
«El tribunal inferior halló culpables a los demandados. El interés de la familia Kercher es que el veredicto sea confirmado», dijo el lunes Francesco Maresca, abogado de la familia.