El Partido Patriota no ha escatimado esfuerzos ni dinero para apuntalar con firmeza la candidatura de Alejandro Sinibaldi a la Alcaldía del municipio de Guatemala, con gran derroche de publicidad, que supera con creces la propaganda de varios de los aspirantes presidenciales, a fin de vencer al alcalde ílvaro Arzú, quien, por primera vez desde hace cinco lustros, corre el riesgo de perder el control de la comuna del Distrito Central.
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En las elecciones de 2007, su adversario que más se aproximó al Palacio de la Loba fue Roberto González, apodado Canela, quien obtuvo alrededor del 30 % de los votos, y aunque no logró vencer al jefe del Ayuntamiento, por lo menos su grupo político logró colocar a tres de sus candidatos en el concejo, minoría que no ha sido estorbo significativo para el Alcalde.
González vuelve a figurar, ahora apoyado por el partido CREO (hace 4 años fue postulado por la GANA), pero actualmente se encuentra a la zaga de Arzú y de Sinibaldi, de manera que todo mueve a pensar que la disputa final será entre estos dos políticos, en tanto que Enrique Godoy no tiene, por el momento, muchas expectativas favorables.
Coincidentemente, los tres principales adversarios del Jefe del Ayuntamiento provienen de las mismas rancias filas conservadoras y dos cuentan con experiencia en lo que atañe a la administración municipal y fueron pupilos de Arzú, aunque después se rebelaron.
Hay otros tres en liza, aunque únicamente sobresale y muy relativamente el exrector Luis Leal, quien después de haber estado al frente de la Universidad de San Carlos desapareció públicamente, hasta resurgir de viceministro de Agricultura en el gobierno del presidente Colom, durante corto tiempo. Ahora es el candidato a la alcaldía de la UNE; sin embargo, pareciera que los dirigentes del partido oficial se olvidaron de Leal, en vista de que están demasiado ocupados lidiando con el caso de la precandidata presidencial Sandra Torres y sus problemas legales.
Además, el exrector tampoco podría inscribirse porque no ha transcurrido un año de haberse avecindado en el municipio de Guatemala, requisito imprescindible para alguien que pretende ser Alcalde de la ciudad capital y sus aldeas.
Visto así el panorama en el municipio de Guatemala –a vuelo de pájaro– el alcalde Arzú no las tiene todas consigo, especialmente porque ha descuidado su publicidad, dando por descontado que todos los capitalinos lo conocen y que están satisfechos con su gestión. Como si se estuviera durmiendo en sus laureles.
Adicionalmente, no participa en debates, que es tomado como un gesto de soberbia. Al respecto, debería recordar que hace cinco años, aproximadamente, en la etapa final de la campaña presidencial en México, el alcalde izquierdista Andrés Manuel López Obrador, del Distrito Federal, era el virtual futuro Presidente de su país, pero por negarse a competir en un debate crucial, perdió las elecciones ante el actual presidente derechista Felipe Calderón, fuera de algunas argucias dolosas y fraudulentas.
Algo similar le ocurrió en las elecciones pasadas al militar Pérez Molina, quien no acudió a un debate de la Asociación de Gerentes, factor que contribuyó a que estando a la cabeza en las encuestas, perdiera ante el actual Presidente.
Los imponderables, pues, pueden costarle la Alcaldía a don ílvaro y aunque así no lo fuera, el próximo concejo será menos dócil que el actual, porque cerca de un 45 % o más podría quedar en manos de la oposición. Además, quizá sea su última participación política en esta jerarquía.
(Cierto candidato a la alcaldía que visitó a su médico le comenta a Romualdo Tishudo: –Me dijo el doctor que tengo una sonrisa simpática y que soy muy feliz. Su activista le corrige: –Leé bien, porque la receta dice que tenés cirrosis hepática y sífilis).