Alto el fuego en Gaza


Rechazo. Palestinos marcharon en la ciudad de Ramallah para mostrar su rechazo a los enfrentamientos entre Fatah y Hamas en la franja de Gaza.

El alto del fuego para poner fin a los enfrentamientos acordado ayer entre los movimientos palestinos Fatah y Hamas era respetado en general hoy en la franja de Gaza, donde Israel efectuó un ataque aéreo después de un atentado suicida en Eilat.


Los enfrentamientos entre militantes del Hamas (acrónimo en árabe del Movimiento de Resistencia Islámica), que controla el gobierno, y del Fatah del presidente Mahmud Abas, dejaron 34 muertos y un centenar de heridos desde el 25 de enero, según el último balance.

Los hombres armados de los dos grupos rivales se retiraron de las calles, pero miembros de los servicios de seguridad se congregaron masivamente alrededor de los edificios oficiales, después de comenzado el toque de queda a las 03:00 horas locales, según un corresponsal en el lugar.

Tres incidentes que no dejaron ví­ctimas fueron señalados, en particular en las inmediaciones del cuartel general de la seguridad preventiva, un servicio fiel al Fatah.

Las calles que llevan al cuartel general de la seguridad y a las oficinas del gobierno habí­an sido acordonadas por la policí­a, la guardia presidencial o por la «fuerza ejecutiva» fiel al Hamas.

Numerosos comercios estaban cerrados en la mañana y las calles se veí­an desiertas.

En el barrio de Tal Al Hawa, donde se encuentra el cuartel general de la seguridad preventiva, las fachadas acribilladas a balazos de decenas de casas y dos mezquitas daban testimonio de la violencia de los enfrentamientos que se produjeron en el lugar.

El acuerdo de cese del fuego, negociado bajo el patrocinio de Egipto, prevé la retirada de los hombres armados y de los controles en las calles, la liberación de los activistas capturados por las dos formaciones, el fin de «la incitación» y la puesta a disposición de las autoridades de los elementos de ambos grupos «sospechosos de estar implicados en homicidios».

En los últimos meses, varios acuerdos de alto el fuego habí­an sido concluidos entre el Fatah y el Hamas, pero todos fracasaron debido a las divergencias polí­ticas que persisten e impiden la cohabitación entre los dos movimientos.

Las tensiones aumentaron a mediados de diciembre cuando Abas dio a conocer su intención de organizar elecciones anticipadas, denunciadas como un «golpe de Estado» por el Hamas.

Durante varias semanas se produjeron combates entre palestinos que dejaron más de 30 muertos.

En la ví­spera del anuncio del acuerdo de alto del fuego, la presidencia palestina y el Hamas aceptaron una invitación saudita para un encuentro de reconciliación en La Meca, luego de que más de seis meses de negociaciones para acordar un gobierno de unión nacional no habí­an dado resultados.

Estados Unidos se mostró prudente en cuanto a los resultados de dicho encuentro, poniendo en duda de la voluntad de paz del Hamas, que no reconoce el derecho a la existencia del Estado de Israel.

Mientras disminuí­an los combates entre palestinos, la aviación israelí­ lanzó un ataque en Gaza, pocas horas después de un atentado suicida que dejó tres muertos, además del kamikaze, en Eilat (sur) reivindicado por la Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa.

Dicho ataque, el primero desde fines de noviembre durante una tregua entre Israel y los grupos palestinos, tuvo como objetivo un túnel cerca de Karni, un paso entre Gaza e Israel.

El ejército israelí­ también advirtió a la familia del kamikaze que abandonara su casa en Beit Lahya, en la franja de Gaza, en previsión de su eventual destrucción, según fuentes palestinas.