De acuerdo con la Red de Acción Internacional contra Armas Ligeras, el costo económico de la violencia armada en Guatemala se calcula en Q 12 mil 994 millones, lo que representa el 7% del producto interno bruto del país.
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Después de ífrica, América Latina es considerada la segunda región del mundo con la más alta tasa de homicidios, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En un análisis profundo sobre la tasa de homicidios en Latinoamérica, el informe revela que el índice es más alto en Centroamérica, con un 29,3% de asesinatos por 100 mil habitantes, seguido por Sudamérica con el 25,9% y el Caribe con 18,1%.
«El tráfico de drogas, la actividad criminal, y las bandas juveniles desempeñan un importante papel en el aumento del índice de esas muertes», refiere el informe, que además estima que el 60% de las muertes violentas se cometen con armas de fuego.
Costo económico
Rebecca Peters, directora de la Red de Acción Internacional contra Armas Ligeras, señaló que el costo económico de la violencia armada es alto para países como Guatemala, donde las tasas de homicidios se incrementan anualmente.
Peters refiere que la violencia cuesta a Guatemala un aproximado del 7% de su producto interno bruto, lo cual representa Q12 mil 994 millones.
En consecuencia, los recursos económicos se dejan de utilizar para solventar otros problemas sociales, como los proyectos de educación y desarrollo que son realmente necesarios en países pobres, indicó.
Así las pérdidas económicas que genera la violencia se traducen en retrasos del desarrollo y afectan considerablemente a la población en situación vulnerable, por su condición de pobreza.
Control social
Las organizaciones sociales han manifestado su preocupación por el creciente índice de violencia en el país, que sobre el clima de inestabilidad social e ingobernabilidad que genera, cobra la vida de miles de personas inocentes.
Para contrarrestar los hechos de violencia, dentro de las soluciones se propone la creación de una ley para controlar el uso de armas de fuego, ya que se considera que una buena cantidad de las que circulan en el país son de procedencia ilícita.
«Necesitamos tener un buen control sobre las armas, para que solo las puedan utilizar personas con verdadera necesidad y con la capacidad necesaria para responsabilizare por sus actos», señaló Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo.
Asimismo, han propuesto la implementación de una normativa para regular el funcionamiento de las empresas de seguridad privada, que en sus actividades utilizan una gran cantidad de armamentos, los cuales no siempre son autorizados por las autoridades.
Según la Organización de Naciones Unidas, cada año 750 mil personas mueren en el mundo a causa de la violencia, y de éstas, más de 500 mil pierden la vida por culpa de la criminalidad en países donde no hay guerra.