Cuando uno no maneja los temas como alta estrategia, geopolítica y montón de palabrotas más, se queda sorprendido cuando personas o países toman ciertas acciones que parecen afectar sus ambiciones o sus intereses.
Una de estas, es la forma aparentemente incoherente como los Estados Unidos ha manejado la crisis política de Honduras en contra de su aliado incondicional, que para nosotros luce tonta, pues parece como si le estuviera diciendo a Chávez, yo estoy contigo, hacé y deshacé lo que querrás, que yo te apoyo.
En el caso de la contraparte que es Chávez, pareciera según sus declaraciones que ya tiró la toalla en su necedad de reinstalar al presidente Zelaya que fuera destituido por el Congreso de Honduras.
Conforme pasan las horas o conforme pasan los días o los meses uno se va dando cuenta de que cada paso que dan, es medido, ya sea para ganar más poder o para babosear a la gente, haciéndole creer que apoyan una posición cuando por debajo de agua están apoyando la otra.
Estados Unidos no ha destapado su verdadera posición, pues la aparente es la única que conocemos, ya que se han encargado de esparcirla a los cuatro vientos, aunque de sobra es conocido que ese país no acostumbra a exponer su pensamiento en forma pública, por lo que es de sospechar que algo flota sobre el agua y que sus aviones y equipos en ese país siguen operando como que nada estuviera pasando.
Chávez más impetuoso y aparentemente no muy ducho en la materia como su contendiente, ya se destapó, dando a entender que lo que busca es retrasar el posible regreso de Zelaya a Honduras y como consecuencia de ese retraso, pedir que se le prorrogue el mandato para darle oportunidad de organizar unas elecciones transparentes y democráticas.
Prorrogado el mandato de Zelaya, se convierte automáticamente en un rompimiento del orden constitucional, siendo que entonces la única solución posible que queda, es que con el apoyo internacional se convoque una Asamblea Constituyente, quien promulgará una nueva Constitución que permita la reelección indefinida.
Estados Unidos sabe que si le aprieta el cuello a Honduras los hace caer, pero no creo que sean tan tarados que ese sea su objetivo, por lo que creemos que ya tiene otros mecanismos operando para que ese país subsista mientras son las elecciones, y estas se declaran libres y transparentes por los observadores y entonces van a decir «nosotros dijimos que no podíamos reconocer por adelantado el resultado de las elecciones de Honduras, si no eran realizadas en forma libre y transparente; según lo certificaron las organizaciones que observaron el evento, así fue, por lo tanto reconocemos al nuevo presidente electo de Honduras». Fin.