Al-Qaeda se fortalece


Efecto. La lucha contra el terrorismo ha provocado la muerte de miles de personas en Irak y Afganistán.

Seis años después del inicio de la «guerra contra el terrorismo» lanzada por Estados Unidos, Al-Qaeda es más fuerte que nunca, según un informe de los servicios de inteligencia estadounidenses, titulado «Al-Qaeda en mejor situación para golpear a Occidente».


Estas valoraciones, cuyas grandes lí­neas fueron publicadas ayer por el diario The Washington post, ponen en entredicho la ambiciosa campaña de guerra mundial del presidente norteamericano George W. Bush, iniciada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Los expertos estiman que el lí­der de la red terrorista, Osama bin Laden, está atrincherado en la zona tribal controlada por la milicia talibán a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán, pero al mismo tiempo Al-Qaeda ha creado células que funcionan a través del mundo de manera casi autónoma.

«Durante casi seis años hemos impedido a Al-Qaeda lanzar grandes operaciones pero nos enfrentamos hoy a numerosas pequeñas Al-Qaedas, a una persistente radicalización y a insurrecciones en Irak y en Afganistán que agotan nuestras fuerzas armadas» declaró a la AFP el experto en terrorismo Brian Michael Jenkins.

George W. Bush reaccionó a la defensiva el jueves, frente a la cobertura mediática del informe de los servicios de inteligencia estadounidenses que señala que Al-Qaeda es hoy en dí­a tan poderosa como antes de los atentados del 11 de septiembre.

«No es el caso», respondió el presidente estadounidense durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, asegurando que gracias a la intervención estadounidense «Al-Qaeda es más débil hoy en dí­a de lo que pudo ser».

La secretaria de Estado, Condoleezza Rice, admitió el jueves de tarde en la cadena Fox News que «durante un momento» Al-Qaeda se fortaleció en las zonas tribales a lo largo de la frontera de Afganistán y Pakistán, y que Estados Unidos se habí­a «preocupado» por este resurgimiento. «Pero -añadió de inmediato- no pienso que nadie pueda suponer que Al-Qaeda es una organización tan eficaz como lo era antes del 11 de septiembre».

Por su parte, los demócratas aprovecharon la divulgación del informe para retomar su combate polí­tico contra la estrategia de Bush en la guerra contra el terrorismo.

«Mientras dejamos a Osama bin Laden operar libremente en la frontera entre Afganistán y Pakistán, el presidente quiere concentrar nuestras tropas en una guerra civil en Irak», declaró a la prensa Harry Reid, el lí­der de la mayorí­a demócrata en el Senado estadounidense.

Los demócratas acusan al presidente Bush de desviar los recursos estadounidenses para la lucha contra el terrorismo, al decidir invadir Irak en marzo del 2003, radicalizando de paso a un gran número de musulmanes en Europa y Oriente Medio.

Grupos terroristas en Argelia, Somalia e incluso en Filipinas, se han rebautizado como «filiales de Al-Qaeda», beneficiándose de lo que John Kringen, director de los servicios de información de la CIA, llama «la marca de fábrica» del terrorismo mundial.

«Existen pocas dudas sobre que nuestro compromiso en Irak ha provocado una afluencia de extremistas sunitas al paí­s así­ como una causa de adhesión internacional para los terroristas islamistas», añadió Kringen.

Michael Chertoff, el secretario de Seguridad Interior, que declaró el martes «tener un presentimiento» de que Estados Unidos serí­a pronto el objetivo de nuevos ataques, se pronunció «preocupado frente a la creciente actividad de Al-Qaeda a nivel internacional».

«Durante casi seis años hemos impedido a Al-Qaeda lanzar grandes operaciones pero nos enfrentamos hoy a numerosas pequeñas Al-Qaedas, a una persistente radicalización y a insurrecciones en Irak y en Afganistán que agotan nuestras fuerzas armadas.»

Brian Michael Jenkins, experto en terrorismo.