Isabel Allende quiere disculparse con los admiradores y escritores de novelas de misterio. Pero no todos están listos para perdonarla. La autora chilena de fama internacional, cuyo más reciente libro, «El juego de Ripper»
es una novela de misterio que lleva al plano actual la historia de Jack El Destripador, molestó a muchos cuando dijo durante una entrevista reciente con NPR que su novela era «un chiste».
El viernes en una entrevista, Allende dijo que sus comentarios eran en sí una broma, pero que no resultó bien. Agregó que tenía mucho respeto por la literatura de misterio y recordó que está casada con un escritor de este género, William C. Gordon.
«A veces mi humor no se entiende», explicó Allende, mientras que agregó que estaba tratando de burlarse de sí misma al decirlo. «Lamento mucho que no quedara claro. Me tomo mi escritura bastante en serio y he probado con muchos géneros y siempre lo he hecho con toda seriedad».
Famosa por sus novelas de realismo mágico como «La casa de los espíritus» y «Eva Luna», Allende fue entrevistada el mes pasado para el programa de NPR «All Things Considered». La escritora dijo en el programa que no era «seguidora de las novelas de misterio» y que le costó trabajo encontrar un punto en común con algunos de los libros más populares y recientes del género.
«Es demasiado horrible, demasiado violento, demasiado oscuro; no hay nada de redención ahí. Y los personajes son terribles, gente mala. Es muy entretenido pero son gente realmente mala», dijo. «Así que pensé, voy a adoptar el género y escribir una novela de misterio que es fiel a la fórmula y a lo que esperan los lectores, pero que sea un chiste».
La propietaria de una librería de Houston, Murder By The Book, se ofendió tanto por la entrevista de NPR que devolvió los ejemplares de «Ripper» que había encargado. Allende le envió una carta a McKenna Jordan en la que le ofreció disculpas y le dijo que sus declaraciones fueron un intento por «aligerar el tono» durante una «gira extenuante de promoción del libro» y que trató a «Ripper» con la misma seriedad que sus otras novelas.
«Para ‘Riper’ trabajé un promedio de 10 a 12 horas al día, escribiendo, investigando, volviendo a plantear las cosas y volviéndolas a trabajar por seis meses, siete días a la semana, hasta que me sentí satisfecha con mi primer manuscrito», escribió en la carta, que la editorial de Allende en Estados Unidos, HarperCollins, compartió con AP. «Y después lo edité por tres meses. De ninguna manera fue un chiste para mí».
En una entrevista telefónica, Jordan dijo el viernes a la AP que apreciaba que Allende le hubiera escrito, pero que la disculpa era «poco sentida y convenenciera».
«Probablemente su editorial la obligó a disculparse», dijo Jordan, quien no tiene planes de volver a pedir el libro. «Entiendo que quizá no tuvo un buen día cuando habló con NPR, pero cuando estás haciendo una entrevista nacional no puedes quejarte».
Allende, de 71 años, posiblemente encendió pasiones entre los admiradores del misterio, el romance y otros «géneros de ficción» porque por mucho tiempo han sido considerados menores a la literatura culta. «El meollo del asunto es que Allende dijo públicamente lo mismo que se suele decir en privado», dijo Jordan.
Para fortuna de muchos, en los últimos años estas divisiones entre la ficción comercial y la artística se han borrado con autores aclamados como Thomas Pynchon y Michael Chabon, quienes han escrito historias de detectives, y con autores «de género» como Ray Bradbury y Elmore Leonard, quienes han recibido el Premio Nacional del Libro de manera honoraria.