El nuevo alcalde de Moscú, Serguei Sobianin, un aliado del «hombre fuerte» de Rusia Vladimir Putin, asumió el jueves su nuevo cargo tres semanas después de que su predecesor Yuri Luzhkov fuera destituido por el Kremlin.
Serguei Sobianin fue confirmado el jueves por una aplastante mayoría de la asamblea local, en un proceso meramente formal, después de haber sido nombrado por el Kremlin la semana pasada.
Este nombramiento por el poder ejecutivo convierte a Rusia en el único país, entre sus grandes interlocutores occidentales con los que se compara, que no elige al alcalde de su capital y, desde este punto de vista, deja a Moscú al mismo nivel que Pekín.
El control de la capital, una ciudad de 10 millones de habitantes donde converge lo esencial de los flujos financieros del petróleo y donde se decide la política nacional, es de crucial importancia en este país muy centralizado.
Desde la reforma de 2004, el alcalde de la capital rusa como los otros gobernadores de la Federación de Rusia no son elegidos por sufragio universal sino designados por el Kremlin.
Este procedimiento, impuesto por Putin cuando era presidente, en un país en que los grandes medios de comunicación quedaron bajo control y la oposición completamente aplastada, ya fue aplicado en los últimos años en varias regiones rusas.
Anteriormente, el poder central se había contentado con prolongar el mandato del alcalde en funciones, que a pesar de las acusaciones de corrupción, guardaba una cierta legitimidad debido a las anteriores elecciones.
Yuri Luzhkov, en el poder durante 18 años en Moscú y que a los 74 años era uno de los últimos grandes personajes de la política rusa capaz de plantar cara al Kremlin, fue destituido el 28 de septiembre a raíz de un vivo conflicto político.
Luzhkov había denunciado el procedimiento de designación de los gobernadores y había puesto en entredicho la capacidad del presidente Medvedev para modernizar el país.
Serguei Sobiabin, un cosaco de los Urales, nacido en la región de Tiumen, en Siberia Occidental, y ex funcionario soviético de rango modesto, hizo carrera lejos de Moscú, en el distrito autónomo de Janti-Masiisk.
En la época soviética, Sobiabin fue primero obrero en una empresa de fabricación de tuberías, antes de ocupar durante varios años funciones en el seno de las juventudes comunistas y luego en el Partido.
Fue Putin, cuando era presidente, quien colocó a Sobiabin en el circuito del poder. Nombrado en 2000 adjunto al representante del Kremlin para los Urales, asume un año más tarde la dirección de su región natal de Tiumen.
En 2005, Putin lo llama a Moscú y lo nombra jefe de la administración del Kremlin en remplazo de Dimitri Medvedev, cuando éste se convierte en viceprimer ministro.
Cuando Putin, que no podía seguir como presidente después de dos mandatos consecutivos, designó a Medvedev para sucederle, Sobiabin pasó a ser director de la campaña electoral para la presidencial de marzo de 2008.
Finalmente, cuando Putin se convirtió en primer ministro, Sobiabin se convirtió en su jefe de gabinete, función que acumula con la de viceprimer ministro.