La reanudación de las relaciones entre Colombia y Venezuela debería reactivar una simbiótica relación comercial cuyo deterioro castigó en particular a los cinco millones de habitantes de ambos lados de la frontera, otrora una bulliciosa zona de intercambio.
Los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y de Venezuela, Hugo Chávez, dicidieron el martes en Santa Marta (norte de Colombia) restablecer las relaciones bilaterales, y establecieron la conformación de cinco comisiones para avanzar en la integración entre los dos países.
Un aspecto fundamental de esa integración es la comercial, actividad que se empezó a deteriorar en julio de 2009 cuando el presidente Chávez decidió «congelar» las relaciones con Colombia, en reacción a un acuerdo militar suscrito entre Bogotá y Washington.
Luego, el pasado 22 de julio, Chávez rompió las relaciones diplomáticas con Colombia por la denuncia del anterior gobierno del presidente ílvaro Uribe ante la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre la presunta presencia de guerrilleros colombianos en Venezuela.
Después de que en 2008 Colombia alcanzó una cifra récord de exportaciones a Venezuela de unos 6 mil millones de dólares, las ventas colombianas a ese país entre enero y mayo de 2010 sumaron apenas 652 millones de dólares, una caída de 71,4% respecto al mismo lapso del año anterior.
Magdalena Pardo, directora de la Cámara Colombo-Venezolana, previó hoy que al cierra de 2010, las exportaciones colombianas a Venezuela se situarán por debajo de los 1.500 millones de dólares.
Esa caída en las exportaciones ha significado además la pérdida de unos 350.000 empleos directos en Colombia, especialmente en la pequeña y mediana empresa.
En la frontera colombiana con Venezuela la reacción al restablecimiento de las relaciones se empezó a evidenciar en la mañana de este miércoles en la actividad cambiaria de la moneda venezolana. La cotización del bolívar repuntó un centavo de peso, según informaron las casas de cambio en la ciudad de Cúcuta.
Pero la principal petición de los empresarios de la zona es el pago por parte de Venezuela de una deuda de cerca de 800 millones de dólares, cuya cancelación reclaman desde hace dos años.
Al respecto, Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), consideró un paso importante el restablecimiento de las relaciones, especialmente para los habitantes de la frontera, aunque dijo que el primer paso debe ser el pago de esa deuda.
La canciller colombiana María íngela Holguín, al anunciar hoy que el próximo 20 de agosto se reunirá en Caracas con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, para avanzar en el tema de la conformación de las comisiones acordadas, destacó la necesidad del pago de ese dinero.
«Para nosotros eso es lo más importante, hay mucho empresario incrédulo. Vamos a trabajar mucho en esta primera parte y mirar cómo podemos estar más confiados cuando se reactive el comercio una vez se generen estos pagos», dijo la canciller a la radio privada Caracol.
La posición de Holguín refleja la de los empresarios colombianos, que en su mayoría coinciden en ese pago para poder avanzar hacia la reactivación del comercio bilateral.
Javier Díaz, presidente de la Asociación Nacional de Exportadores (Analdex), celebró el acuerdo a que llegaron los presidentes Santos y Chávez, pero advirtió que el restablecimiento del comercio con Venezuela se «dará de forma muy lenta y hasta el pago de la deuda a los empresarios colombianos».
Una de las cinco comisiones acordadas está precisamente dirigida al «pago de la deuda y reimpulso de las relaciones comerciales», según la «Declaración de principios» divulgada tras la reanudación de las relaciones bilaterales.