Alimentación en la hipertensión


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La hipertensión se explica fácilmente como el aumento de la presión arterial por encima de los valores normales, provocando que el corazón deba realizar un esfuerzo adicional, lo que conlleva un desgaste de dicho órgano; esto tiene diversos efectos,

Por Linda Linares
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Como el engrosamiento de los vasos sanguíneos, la insuficiencia cardiaca, la pérdida de células cerebrales y otras consecuencias como insuficiencia renal y hemorragias en la zona de la conjuntiva del ojo.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento para la hipertensión no es solamente la medicación, sino que también influyen la actitud y la dieta, pues este padecimiento no se cura sino que únicamente se regula.
La persona que padece hipertensión pueden mejorar sus niveles de presión y muy probable reduzca la dosis de su medicación al tener una actitud responsable, cumpliendo con la dieta y practicando actividad física
Existen factores alimenticios que se relacionan con la presión arterial, tal como el consumo de la sal de mesa, que influyen negativamente, pero también existen otros factores como la cafeína, el alcohol, el tabaco y el consumo excesivo de sodio en alimentos procesados, muy condimentados, salados, así como también en aditivos  y conservantes utilizados en la industria alimentaria por ejemplo en alimentos enlatados, congelados etc.
Hay nutrientes que influyen positivamente en la presión arterial, entre los cuales se encuentran el potasio, que aumenta la eliminación de sodio por orina y favorece la dilatación de los vasos sanguíneos; el calcio, que disminuye el riesgo de padecer la hipertensión y el magnesio, que favorece al igual que el potasio, a la dilatación de los vasos.
Es indispensable seguir una dieta completa que se adapte a los gustos, costumbres y al diagnóstico del paciente para tener una mejor calidad de vida y disminuir las complicaciones de la enfermedad. Así mismo, es importante practicar actividad física en forma constante y programada, porque ayuda significativamente a disminuir la presión, contribuye también a mejorar los niveles de grasas en sangre, ya que aumenta el colesterol bueno, y disminuye los triglicéridos y el colesterol malo.
El paciente con hipertensión debe saber que la dieta que debe seguir una vez se ha detectado esta enfermedad es para toda la vida, por lo que lejos de ser desabrida y repetitiva debe ser variada y adaptada a sus gustos y costumbres.