Artistas, políticos, famosos, deportistas y hasta la delincuencia, gracias a un apodo pueden lograr cierto reconocimiento social para bien o para mal, ser de su gusto o disgusto, incluso llegar a obtener fama o dinero.
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Es común que más de uno conozca a alguien por su apodo antes que por su nombre legal, con el cual se desenvuelve dentro de diferentes círculos de la sociedad guatemalteca. Ayer y hoy por ejemplo, a los presidentes de la República se les ha conocido talvez más por su alias, debido a calificativos marcados desde la niñez o por el ingenio de algunos que caracterizan ciertos rasgos físicos, los cuales logran capturar y grabar en la mente de la colectividad que los termina manejando.
Cuántos logran recordar un Gavilán, Sholón Porras, Conejo, Pollo ronco, Rellenito, Gonzo de León Carpio, Sordo Barnoya» Nicho, o algunos sobrenombres severos que no han sido agradables para personajes como: Marrano Elías, Mono de oro, el Chacal de oriente, o Tata Lapo como se conocía a Serapio Cruz, entrañable opositor político del presidente Vicente Cerna en 1865.
Parece broma
El vocero de la Corte Suprema de Justicia, Guillermo Melgar indica que muchas personas atraviesan serias dificultades ante los registros civiles, porque actualmente en el área rural o la ciudad, a los padres les gusta inscribir a sus hijos con nombres complicados o que aparecen en programas de televisión. En el registro civil podrían anotar mal o incompleto un nombre, el tropiezo es tarde o temprano cuando necesitan trámites personales y encuentran complicaciones para identificarse ante la ley.
Existen casos en que las familias necesitan realizar identificación de tercero, es aquel que ya murió, lo cual es permitido por la ley, si una persona utilizó en vida su nombre Juan Pérez y también Juan Pérez Juárez, la familia podrían cobrar alguna deuda en su nombre legalmente después del trámite. Mientras que en vida se llama identificación de persona, acción contemplada en el artículo 5º del Código Civil.
«El actual Presidente de la República trae su apellido Colom del original Colón con «ene», porque su abuelo Víctor Manuel Colón decidió utilizar la última letra de su apellido con «eme», luego lo traspasó al papá del mandatario, a quien también le pareció y fue de su gusto que hasta Manuel Colom Argueta, el tío, decidió utilizarlo así», recuerda el vocero de la Corte Suprema de Justicia Guillermo Melgar. Ascisclo Valladares, embajador de Guatemala ante El Vaticano, tiene diez nombres, apunta el funcionario.
Delincuencia
Al delincuente no se le viola ningún derecho establecido en la Constitución Política cuando se le persigue para castigarlo y es buscado por su sobrenombre. Es más, un juez considera fácil identificar a un «chuky» que consta en un expediente junto con el nombre. De igual manera en el caso de búsqueda por parte de las autoridades en allanamientos. También es común escuchar al juez durante las indagatorias quien le pide al acusado dar a conocer su nombre y el alias, si lo tiene, en caso coincida con datos que como autoridad judicial tiene en su poder, analiza el diputado y abogado Aníbal García.
Además cree que las personas que tienen un mote y persiguen comercializarlo, deberían hacer identificación de persona y anotarse en el registro civil.
El Código Procesal Penal sí contempla el caso de quien utiliza un alias, dice Melgar y analiza que históricamente, los delincuentes han hecho uso de algún sobrenombre por iniciativa propia o por bautizo de sus camaradas, porque la intención principal es evadir a la justicia.
Después de la narcomasacre en Zacapa, los vecinos de la aldea Pasabien, la policía y medios de información lograron ubicar de inmediato la identidad de «Juancho», Juan José León Ardón, líder influyente y con historia delictiva en suelo zacapaneco. Fue muy relevante su alias.
Los datos históricos hacen referencia a delincuentes famosos como «Miculax», personaje que rondaba por barrancos y fue señalado de violar adolescentes durante los inicios de expansión de la capital. Actualmente es normal que en comunicados de policía se refieran a los delincuentes por «el Chiqui», «el Travieso» o «el Seco», «Mono» o «Spike».
Deportes
Mateo Flores decidió ya no utilizar su nombre orignal, Mateo Guamuch, y tuvo que identificar su nombre. En el ambiente de las multitudes, se hicieron famosos el «el Gato Estrada» portero de comunicaciones o el goleador de todos los tiempos, Carlos «el Pin» Plata. También fuera de las fronteras, quién inmediatamente no logra reconocer a Edson Orantes Do Nascimiento «Pelé» o el polémico Diego «La mano de dios», «Pelusa» Maradona. «el Veloz González» o a Ernesto Ponce Saravia «El micrófono de oro».
Famosos
Guillermo Melgar hace memoria del famoso presentador de televisión nacional, Carlos de Triana, quien se llama Raúl Rodríguez. Lino Olaverri, locutor de radio conocido como Otto Sobernis. Pero algunas personas como ellas han necesitado hacer uso de la ley y el Código Civil para lograr una identificación de nombre.
Esta es una pequeña lista que se puede extender hasta anotar personajes de diferentes épocas que marcan y han marcado el ritmo de la historia de Guatemala para bien o para mal.