Creer que alguien está perdidamente enamorado de usted, que su amor lo comunica a través de formas sutiles y de su lenguaje corporal con gestos y miradas que se dirigen a su persona. Poseer la certeza de que esa persona lo ama, por lo cual defiende su postura sin importarle las críticas y burlas de los demás. Poseer la existencia centrada en función de ese amor. El cual se mantiene en secreto, alimentado de la ilusión e imaginación, correspondido y oculto para los demás.
Previamente de empezar con este tema se realiza una descripción de algunas consideraciones acerca del amor:
El amor ha sido descrito como un tema inabordable en tanto que no se describen límites para el mismo. Sin embargo, es uno de los temas más tratados por la filosofía, la literatura, la antropología, la religión e inclusive la medicina. Constituye un tema de estudio para muchas ciencias y ha sido calificado como un acto de locura. San Agustín consideraba que para conocer a alguien no había que preguntarle lo que piensa, sino lo que ama. Por lo cual los seres humanos quedábamos definidos por el amor y por lo que amamos. El lenguaje del amor se describe como pasional y las pasiones no quieren tener razón, por lo cual éste se convierte en una verdadera contradicción.
El amor es un sentimiento intenso del ser humano que partiendo de su propia insuficiencia, o su sentido de separatidad, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Al sentir amor la persona se siente atraída por otra, anhela y procura reciprocidad en el deseo de unión, se alegra, se siente con energía creativa y constructiva.
En el amor platónico la persona ama siendo consciente de que el “otro” u “otra” no le corresponde. En el caso de la psicosis pasional amorosa, síndrome de Clérambault o erotomanía, el tema que se afronta en este artículo. Es ese otro ser quien comienza a amar y quien ama más, ama sin ninguna retribución. Existe el convencimiento de que el ser amado es el responsable de iniciar esa relación, aun cuando de manera general se ha tenido poco o ningún contacto con él. Sin poseer la capacidad de interpretar señales de rechazo. Al fin y al cabo desarrollan una psicosis con tal de no sentirse en soledad y en desamor.
Generalmente la erotomanía se da en mujeres mayores de 30 años y solteras, pero también se ha descrito en hombres y aún en la vejez. El objeto amoroso de manera general lo constituyen personas públicas, famosas o de una posición superior. Existe una convicción delirante de la existencia de una comunicación amorosa, la persona racionaliza la conducta paradójica del objeto amoroso y con frecuencia no suele acompañarse de alucinaciones, en un estado pleno de alerta, es decir, con conciencia normal. No es simplemente la ilusión de ser amado, sino el delirio consiste en la creencia firme de sentirse amado sin importar cualquier prueba de realidad que indique lo contrario.
Existen fases enunciadas en la psicosis erotomaníaca: El período optimista es la primera fase en la cual la persona cree ser amada y se siente con orgullo de serlo. Seguida del período de desdén en donde se siente herida por quien ama y por último se encuentra la fase de rencor en la cual la persona impaciente y humillada, pasa a odiar a su amado (a) y a realizar acusaciones y amenazas de venganza, llegando a existir riesgo de agresión.
La persona con esta psicosis puede llegar a acosar a las personas con que fantasea de una manera obsesiva. El continuo sentir de frustración y abandono le lleva a sentir celos por la gente en relación con su persona amada. Por lo que existe la posibilidad de injurias y agresiones para el ser amado y también para terceras personas. Que se observan como un obstáculo para su fin. Por lo que este diagnóstico psiquiátrico tiene implicaciones legales importantes. Es tema de argumento de novelas y cinematografías y en la vida real existen variados antecedentes históricos. Menciono la relación realizada con este diagnóstico a John Hincley quién ante un acto de demostración de su amor a la actriz, Jodie Foster, comete un intento de homicidio al expresidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan. Estando convencido que por ello, la actriz declararía de manera pública su amor por él.