Un respetado grupo de empresas dedicadas a la comunicación escrita, radial y televisiva, dieron a conocer una encuesta realizada a nivel nacional. Observando diferentes parámetros, se consultó a la población quien en su opinión, durante el período democrático iniciado en 1985, era el mejor Presidente de la República.

La comparación dio los siguientes resultados a nivel general: Alfonso Portillo 45.5%, Álvaro Arzú 16.9%, Álvaro Colom 10.4%, Ramiro de León Carpio 6.7%, Óscar Berger 6.4%, Vinicio Cerezo 3.2% y Jorge Serrano Elías 2.2%.

Si se suman los porcentajes a favor de Arzú, Colom, De León Carpio, Berger y Vinicio Cerezo, los mismos son inferiores a la totalidad de los que Alfonso Portillo recibe. Es seguro que Alfonso Portillo ha sido escogido, como la misma gente lo indica, porque como Presidente es considerado un mandatario que se preocupó principalmente de la mayoría de los ciudadanos y al hacerlo “se enfrentó al poderío económico para beneficiar a la clase baja”. Producto de la decisión del gobierno que presidió, es la estabilidad de precios de la canasta básica, ello implicó la liberación de los aranceles del pollo, del azúcar y demás insumos que día a día consumen todos los guatemaltecos, como son los huevos, la harina, las pastas, el aceite, el café y maíz.  Adicionalmente, en los cuatro años de su gobierno subieron sustancialmente los salarios, se actualizó y reajustó el bono por productividad.

Permanecen en la memoria de la ciudadanía los ataques que Alfonso Portillo y otros funcionarios de su gobierno, como por ejemplo Eduardo Weymann, ministro de Economía y de Finanzas, recibieron y por los que estuvieron acusados y detenidos.

A él y a sus funcionarios se les considera víctimas de un trasfondo político, el cual culminó con la irregular extradición que se percibe como una prolongación “de la venganza de las élites económicas a las que Portillo enfrentó durante su gestión”.

Cualquier mandatario presente y futuro debería sacar como conclusión que no es pagando favores electorales, ni contribuciones económicas u otorgando privilegios como la mayoría de la población los evalúan.

La encuesta mide cuatro aspectos, según lo publicado. Primero, la preferencia por nivel educativo. El 36% de la muestra es con educación primaria y Portillo fue favorecido por el 45.2%, siguiéndole Colom con el 14.4%. El 39.7% de la muestra mide personas con educación secundaria; Portillo recibe el 44.6% favorable y Arzú le sigue con un 20.9%. El 9.5% de la muestra es de universitarios; Portillo obtiene el 48.4% y Arzú le sigue con un 17.7%. El 8.4% de la muestra es de personas sin estudios, donde Portillo obtiene el 50.6% a su favor y Arzú y Colom respectivamente obtienen el 12.9%.

Un segundo aspecto medido es por región. En el área central a Portillo le favorece el 35.8% y Arzú le sigue con el 22.1%. En el sur, norte, oriente y altiplano encabeza Alfonso Portillo y le sigue Álvaro Arzú, resaltando que en la región oriental Portillo llega a obtener el 59.5%.

Un tercer aspecto medido es la popularidad según el nivel de ingresos; midiéndose de mil a tres mil quetzales, de tres mil a ocho mil quetzales y más de ocho mil quetzales y un cuarto que no indica su ingreso. En todos los niveles, Alfonso Portillo supera ampliamente a los otros ciudadanos que han ejercido la Presidencia.

El último nivel medido es el favoritismo entre hombres y mujeres. En esta medición el 47.3% de los hombres y el 43.8% de mujeres favorecen a Portillo. En conclusión, Alfonso Portillo arrasa.
¡Guatemala es primero!