Los grandes genios del cine no fueron los que inspiraron a Alex de la Iglesia a acercarse al mundo del celuloide. El director español asegura que fueron las conversaciones aburridas que no aportan nada, los momentos de espera en un ascensor, las horas malgastadas frente al televisor.
Aun así, la película que presentó ayer en el Festival de Cine de Tribeca se titula «La chispa de la vida» y pretende encontrar un significado más profundo a la realidad que vivimos.
«La película bebe del cine americano», dijo De la Iglesia durante una rueda de prensa en la sede del Instituto Cervantes, en Manhattan. «Trata sobre los medios de comunicación y de cómo nada es puro. Con el simple hecho de observar algo, lo destruyes. El fenómeno queda distorsionado».
Protagonizada por la estrella mexicana Salma Hayek y el humorista español José Mota, el filme explica la tragedia de un ejecutivo de publicidad desempleado que sufre un terrible accidente y queda clavado a una barra de hierro en un antiguo anfiteatro romano de la ciudad española de Cartagena.
Roberto (Mota) no puede moverse y queda así expuesto a los medios de comunicación y al circo que ello representa. Aun así, vislumbra la posibilidad de beneficiarse económicamente de la situación, intentando vender entrevistas exclusivas al medio que mejor le pague. Roberto acaba contratando a un representante para que negocie a su favor.
Hayek, en tanto, da vida a Luisa, la entregada esposa de Roberto que le anima a seguir adelante y encontrar un trabajo a pesar de la crisis económica que vive España. Cuando su marido sufre el accidente, Luisa es la única que intenta que el drama no sea expuesto a todo el país y rechaza las millonarias ofertas de comunicadores sin escrúpulos.
«Fue un viaje al centro de uno mismo. Yo anhelaba desde hace mucho tiempo poder hacer un papel así, hacer algo emotivo», dijo Mota sobre el enorme reto que le representó interpretar a alguien que no puede moverse y lo ha de expresar todo a través de palabras y expresiones faciales. «A nivel personal me ha aportado muchísimo».
«La chispa de la vida» se exhibe en Tribeca fuera de competencia en la categoría «Spotlight» junto a otros 34 largometrajes.
Para De la Iglesia ser parte de este festival representa «un éxito» por considerarlo como uno de calidad. Mostrar películas españolas en Estados Unidos contribuye enormemente al turismo y la economía española, opinó el director.
«Estamos vendiendo nuestro país, con nuestros problemas, nuestras alegrías… es algo muy bueno», explicó. «Y creo que cuanto más local eres, más éxito tienes. Lo que muestro en la película es la belleza del anfiteatro de Cartagena».
El director saltó a la fama en 1995 con la película «El día de la bestia», ganadora de seis premios Goya. «El último circo», su largometraje del 2010, le mereció los premios al mejor director y mejor guión en el Festival de Cine de Venecia.
Otras películas latinas en el festival son la cubana «Una noche», la argentina «La suerte en tus manos», la brasileña «Xingu» y la estadounidense-mexicana «The Girl».