Pocas veces me he alegrado tanto del cambio de autoridades, después de haber leído en la página 13 de la edición del Diario La Hora del pasado sábado 3 de marzo la noticia que el escape de motores que consumen el combustible diesel están íntimamente ligados al riesgo de contraer cáncer pulmonar.
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La advertencia proviene de un cable de la Agencia AP de Washington, Estados Unidos, para referirse al estudio publicado el viernes pasado en la revista Journal of the National Cancer Institute, que rastreó durante 20 años a más de 12 mil trabajadores en donde emplean equipos con combustible diesel. No es una suposición, la epidemióloga Debra Silverman y otros científicos llegaron a la conclusión que también están en alto riesgo las poblaciones urbanas de todo el mundo.
Claro, nuestro país no es la excepción. Al contrario, hasta me atrevería a asegurar que estamos dentro de los primeros lugares contaminados, cosa que es fácil comprobar tan solo con usar una camisa blanca unas pocas horas expuesta al aire enrarecido o tan solo unos pocos minutos conduciendo detrás de uno de esos “tomates” del transporte urbano o de un camión de reparto de cualquier distribuidora. Ahora, se estará preguntando seguramente por qué me alegré que ahora se divulgue tan ingrata noticia. No, realmente no me alegro, tan solo me ilusiono porque sea el doctor Francisco Arredondo el nuevo Ministro de Salud, pues sabiendo de su capacidad y responsabilidad seguramente hará todo lo posible por evitar que la contaminación provocada por los escapes de los motores diesel no solo se detenga, sino se reduzca considerablemente.
¿Podrá usted, estimado lector, imaginarse si lo mismo hubiese ocurrido hace seis meses con el Ministro de Salud del gobierno de Colom y peor todavía cuando estaba bien acompañado, en cuanto a ineficacia se refiere, por el Alcalde Arzú, que lleva un jaracatal de años sin soltar la vara edilicia, pero sin haber hecho nada por evitar el apestoso y contaminante humo negro de las camionetas bajo su jurisdicción, hasta llegar al colmo que las del Transmetro también lo hacen desde hace rato? Si el lector duda de lo anterior, lo invito a darse una vuelta por la primera avenida, entre 18 y 19 calles de la zona central, para que pueda apreciar el color ahumando que tienen los frentes de todas las casas del sector.
No hay quien no sepa que la tecnología para evitar el humo contaminante de los motores diesel ha progresado enormemente, aparte que solo con darle buen mantenimiento a los mismos se reduce considerablemente, pero es evidente que lo que nuestras autoridades han venido haciendo no es precisamente preocuparse por lograr el bien común para la población, sino únicamente solo aquello que les engorde sus bolsillos o el orgullo personal. Ojalá que no me equivoque y que esta vez vaya a ocurrir un verdadero cambio.