Debido a su ubicación geográfica, Guatemala corre el riesgo de sufrir un terremoto por lo que es necesario estar preparados con un plan de emergencia tanto en el hogar como en el área de trabajo.

Luego del terremoto sucedido en Haití­, que ha dejado como consecuencia miles de ví­ctimas mortales y un número igual de personas que aún se encuentran en las calles en busca de sus familiares desaparecidos y sin un lugar seguro donde dormir, y de los sismos que se hicieron sensibles el lunes pasado en Guatemala, es necesario conocer los métodos existentes para salvar la vida.

TRIíNGULO DE LA VIDA

Este sistema es presentado por Doug Coop, quien ha realizado rescates en 875 edificios colapsados y asegura que con el método, el porcentaje de sobrevivencia es de 100.

Según Coop, cuando un edificio colapsa, el techo cae sobre objetos y muebles, por lo que cualquier persona que se encuentre allí­ será aplastada. Sin embargo, según la experiencia del rescatista, siempre queda un espacio vací­o al lado de esto muebles por lo que lo más seguro para resguardar la vida es colocarse cerca de ellos.

Las instrucciones a seguir son sencillas; al momento del sismo la persona debe colocarse en posición fetal al lado de un mueble grande. Si se encuentra en la cama, debe rodar hacia el suelo y colocarse en la misma posición en el espacio vací­o que queda.

A decir del experto, no es recomendable colocarse bajo el marco de la puerta debido a la poca resistencia de estos para soportar el peso del techo.

UNA ESQUINA SEGURA

Según expertos de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), lo más seguro en caso de terremoto es mantener la calma, no correr para evitar accidentes y ubicar el lugar más seguro de la habitación en la que la persona se encuentre. Primordialmente buscar las esquinas.

Por otro lado, la Conred no recomienda la utilización del «Triángulo de la vida» debido a que se ha comprobado que éste tiene fallas pues depende del material con el que está hecho el mueble que debe soportar el peso de una pared o el techo. La coordinadora coincide en que es peligroso colocarse bajo el marco de las puertas, pues la fragilidad de estos depende del material con que están fabricadas, por lo que no siempre es lo más seguro.

PELIGRO INMINENTE

Mucho tiene que ver en las consecuencias del desastre la calidad de la construcción de las viviendas o edificios. Esto tomando en cuenta lo sucedido en Haití­ en donde expertos hicieron estudios a los edificios públicos del paí­s descubriendo que las construcciones estaban hechas con hormigón de mala calidad, así­ como con hierro liso y maleable.

Por ello, según explica Ardani Navarro, de la Dirección de Mitigación de la Conred, es importante que al construir cualquier tipo de edificio o vivienda se sigan las normas establecidas por el Colegio de Ingenieros.

Navarro asegura que luego del terremoto acontecido en 1976, para las construcciones guatemaltecas se empezó a utilizar concreto reforzado elaborado bajo estándares internacionales. En base a ello, el entrevistado indica que se puede garantizar que la vulnerabilidad de las estructuras del paí­s es reducida, sin embargo, indica que esto también depende del grado del movimiento telúrico.

ANTICIPARSE AL PELIGRO

Los entrevistados recomiendan que, en la medida de lo posible, se debe tener un plan de emergencia a seguir antes, durante y después del terremoto. Entre ellas, se requiere que la edificación de las viviendas se haga bajo asesorí­a competente y evitando las malas prácticas constructivas.

También se deben establecer rutas de evacuación y un punto seguro para reunirse en caso de encontrarse en lugares alejados. Además, tener a mano un radiorreceptor con baterí­as, linternas, ropa para abrigarse y alimentos enlatados. Todo ello puede colocarse dentro de una mochila ubicada en un lugar estratégico del hogar o la oficina. Es recomendable además tener a mano los números de los cuerpos de socorro.

Luego del desastre, lo más aconsejable es atender las recomendaciones de los cuerpos de socorro y otras autoridades y si se encuentra bajo escombros hacer el mayor ruido posible.

Cada familia debe establecer cuál es la mejor estrategia de protección, realizar simulacros, pero sobre todo procurar mantener la calma para poder colaborar con otras personas en caso de ser necesario.